Entre los mitos y leyendas que aun prevalecen en la literatura oral de las comunidades yokot´anob se encuentra un misterioso personaje llamado el Ajts´a´taya o hechicero maya yokot´an.
Este gris personaje, de acuerdo a las historias orales, obtiene su poder leyendo libros de magia y adivinación escritos en lengua yokot´an, cuyo conocimiento es proporcionado por Manap, antigua deidad yokot´an que rige las tinieblas y el inframundo, al cual le rinden sacrificios y oscuros rituales, pues esta deidad, realiza pactos con estos a cambio de que ellos le entreguen el alma de un ser querido.
Los aspirantes a transformarse en Ajts’a´taya, recurren a un anciano hechicero consolidado, quien examina si tienen la capacidad de practicar la magia y hechicería, ya que en caso contrario, podría afectar sus facultades mentales, se afirma que se adquieren las prácticas y el conocimiento estudiando más de veinte años, tiempo el cual debe conservar un celibato. El matrimonio puede contraerse una vez concluida su iniciación.
El ajts´a´taya tendrá poderes sobrenaturales para ejercer la adivinación, curar de espantos y mal aires, hacer tratos con el yumka´ y sobre todo, bajo la protección de Manap, tenían la capacidad para transformarse una bola de fuego, o bien, quitarse la piel y transformarse en animales como toros (bek´et), perros (yichu´), cerdos (chitam), caballos (tsimim), lechuzas (xoch´), murciélagos (zuts´), nauyacas (yokochan) o jaguares (balëm), pero todos de color negro.
Antiguamente estos personajes abundaban en el trópico tabasqueño, así lo dejaron escrito los exploradores y antropólogos extranjeros como Frans Blom Petersen y Oliver La Farge que pasaron por Tabasco en 1925 guiados por Lázaro (un indígena yokot´an de Macuspana) y fueron testigos de las “curaciones” que los ajts´a´taya realizaban por estos lugares en esa época.
Los ajts´a´taya, mencionaba un anciano yokot´an de Centla, son hombres con grandes poderes, si son mujeres se les dice ixts´a´taya:antes abundaban mucho en San Carlos (Hoy Villa Benito Juárez en Macuspana) y también habían en Ceibita (hoy Villa Cuauhtémoc en Centla), esos hombres solo aplaudían y obtenían fortuna, si necesitabas que tu mujer regresara contigo, ellos te lo concedían, si sufrías de espanto, ellos te ensalmaban, si querías hacerle daño a alguien, ellos también lo hacían, siempre estaban pendientes donde nacía un aj zuts´ balëm para matarlo y quitarle su virtud.
Ellos Invocan en lengua yokot´an al Yumka´ o al Manap, tienen ídolos de piedra y barro a los que veneran, ellos se adentran a lo profundo de la montaña, en lo más alto de los cerros o en cuevas, para realizr sus pactos, ofreciendo corazón de niños, reces o sangre de gallinas negras. Los ajts´a´taya temen al ajo, la sal y el agua bendita, su hora de salir es a la media noche y regresan a las tres de la mañana o cuando canta el gallo, son seres que caminan o vuelan en la noche transformados en animales y espantan.
Otro anciano yokot´an comentaba; “el ajts´a´taya es hombre malo, no es curandero, no es huesero, yerbatero ni culebrero, ese yoko yinik adora a los ídolos, nunca come comida con sal o ajo, hace trato con el chibompam, con el yumka´, con el mero chuntene’ que es Manap, les lleva comida al monte o al Cerro Santa Rosa en Vicente Guerrero, allí lleva jicaritas, pequeños apastes y cajetes, deja puros y aguardiente, también asiste a los panteones a recoger tierra o huesos para realizar conjuros, muchos ingenieros que buscan petróleo lo solicitan para que pida permiso al dueño de la tierra para extraer el petróleo, a veces solicitan sacrificios de niños para que el yumka´ entregue el petróleo que resguarda, todos esos pactos el ajts´a´taya los realiza en lengua yokot´an, los seres sobrenaturales con los que pacta, no hablan español, solo yokot´an”.
Se cuentan también que los hechiceros pelean entre sí, pero convertidos en animales y los más débiles son eliminados.
En muchas comunidades yokot´anob hasta la fecha, se cree en la existencia de este oscuro personaje, que tiene la facultad de convertirse en animales cuadrúpedos y poder caminar bípedos o tocan instrumentos musicales como se ven en muchos relieves y figuras antropomorfas mayas. Tal vez antiguamente eran estos los sacerdotes olmecas y mayas de gran conocimiento y poder.
El ajts´a´taya o hechicero yokot´an de Tabasco, es y será siempre, un ser mitológico que aún se teme en los tiempos modernos; los antiguos relatos y testimonios orales, persisten y continúan presentes, mezclándose con la fantasía y el sincretismo popular, permitiendo coexistir en la memoria histórica y cultural de los pueblos yokot´anob, entrelazando los mitos con la realidad, manteniendo vivas así, sus leyendas.
Bibliografía: