Para 1879 su acervo era de 758 volúmenes en su mayoría donados por los mismos socios; el Ejecutivo estatal ofreció enviar libros, según lo permitieran las rentas públicas.
En 1890 la biblioteca «José Eduardo de Cárdenas» tenía 1,000 volúmenes. Tres años después fue cedida a la Sociedad de Artesanos en virtud de la disolución de la Sociedad Amigos del Estudio; para entonces el acervo había disminuido en poco más de 200 libros.
Casi un decenio después de haber recibido la biblioteca, hacia 1902, en la Junta Directiva de la Sociedad de Artesanos existía una Comisión de Biblioteca a cargo de Juan Calcáneo (propietario) y Melquíades Ruedo (suplente).
En 1911 1a Sección de Archivo de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes realizó una encuesta nacional para conocer el número de bibliotecas y museos en cada uno de los estados de la República. Tabasco reportó seis bibliotecas, todas ubicadas en San Juan Bautista; “Rómulo Becerra Fabre”, “Francisco Pellicer”, “Gregorio Castellanos”, “Justo Cecilio Santa Anna”, “José Miguel Sandoval” y “José Eduardo de Cárdenas”. De estas seis bibliotecas, sólo se tiene información de dos: de la del Instituto Juárez, y de la “José Eduardo de Cárdenas”, del resto no se conoce más allá de su registro en la estadística de 1911.
Columba Gaytán en su libro “Historia de las bibliotecas en Tabasco”, agrega a estas, la biblioteca “Manuel Gil y Sáenz” de la villa de Jalapa. Cuya creación indica, se planeó en diciembre de 1910 por un grupo de jóvenes interesados en las letras.
En 1914, en plenos tiempos revolucionarios, el general José Domingo Ramírez Garrido funda la biblioteca “José N. Rovirosa” en una de las casas intervenidas en la calle de Juárez. Fue inaugurada el 5 de mayo de 1915; a fines del mismo año, el robo de libros obligó a cerrar el establecimiento. los bienes de esta biblioteca pasaron a ser depositados en el Instituto Juárez: Se sabe además de la existencia de la biblioteca del Obispado por un testimonio que del hecho dejó el general José Domingo Ramírez Garrido, pero no se tienen más datos.
Luego del inicio de la gesta armada en el año de 1915 la Sociedad de Artesanos fue Escuela de Oficios y de Música. También Centro de Hospicio donde se atendía a niños huérfanos. En 1916 el Comité Municipal cedió lotes para la construcción de bóvedas en el cementerio de la ciudad para socios miembros.
En esa misma época existían muchas bibliotecas particulares como las de Alberto Correa y Felipe A. Margalli que lograron reunir poco más de dos mil volúmenes.
En 1919 Félix Fulgencio Palavicini donó libros de su obra «La Democracia Victoriosa» y otros.
LOS AÑOS 20’S
En junio de 1923 el Departamento de Bibliotecas de la Secretaría de Educación elaboró un informe de las bibliotecas de más de 100 volúmenes fundadas por la Universidad Nacional y ese Departamento, de 1921 a esa fecha. En este registro Tabasco aparece con cuatro bibliotecas públicas y una escolar:
1) Biblioteca Pública “Simón Sarlat”; de Villahermosa.
2) Biblioteca Pública de Jonuta.
3) Biblioteca Pública de Frontera.
4) Biblioteca de la Cámara Agrícola Nacional de Villahermosa.
5) Biblioteca del Instituto “José N. Rovirosa”, de Villahermosa.
Tabasco fue el segundo estado con menor número de bibliotecas fundadas con este acervo en este periodo (1921 – jun. 1923). Durante el mandato del gobernador Ausencio C. Cruz las ligas de las cabeceras municipales abrieron sus propias bibliotecas. En julio de 1925, la Biblioteca “Fuerza y Razón”, para oficiales y profesores del ejército, fue instalada en el salón de la Jefatura de la Guarnición de Villahermosa.