CÁRCELES Y PENITENCIARÍAS
La historia de las cárceles en Tabasco.
cárcel, penitenciaría, recluso, reclusorio, creset
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CÁRCELES Y PENITENCIARÍAS

Recopilación de Landy P. Aguilar Palafox.

En 1770 se construye la cárcel “los Centinelas” que es demolida en 1820.  La nueva cárcel se construye en 1820.

Manuel Gil Y Sáenz, indica que al negarse  Francisco de Sentmanat dejar el poder por órdenes del presidente Antonio López de Santa Anna, el general de brigada Pedro de Ampudia arribó a San Juan Bautista con cuatro buques de guerra en la noche del diez de Julio de 1843  y bombardeó la ciudad el día 11.

Entre los defensores de la plaza se contaban les detenidos y presos de la cárcel pública. Sufrieron grandes daños edificios públicos, como la cárcel, el cuartel y la comandancia.

El 23 de octubre de 1846, las fuerzas norteamericanas invadieron Tabasco y bombardearon a San Juan Bautista, destruyendo sus edificios principales como las iglesias de los barrios, la cárcel pública, el teatro y casas habitación de los tres barrios. La cárcel tuvo que ser demolida y se edificó una nueva.

Para 1872, el presbítero Gil y Sáenz describe la ciudad capital: “Tiene una plaza de Armas, una de Mercado, dos Iglesias un Hospital, una Casa-Mata, una Cárcel pública, un principal, casa de Ayuntamiento y un Cementerio General”.

En 1890 se inicia la construcción de la nueva Cárcel Pública en Villahermosa en el mismo lugar que fuera la casa de Andrés Girón y Ayuntamiento, frente a lo que es hoy Plaza de Armas, del margen donde se encontraban los arcos.

En el gobierno de Abraham Bandala se pavimentó la cárcel, se le instalaron baños y se abrió un departamento de talleres el 16 de septiembre de 1910. Había entonces en la cárcel del estado 167 procesados y sentenciados.

MUNICIPIOS

Abraham Bandala en su informe de gobierno de 1903, que en el interior del palacio municipal de Tacotalpa se arregló un departamento cómodo é higiénico para Cárcel correccional; que el 1 de enero se inauguraron las obras de renovación del espacioso edificio municipal de la Villa de Tenosique, en el cual tienen asiento las principales oficinas del Estado y del Municipio y la Cárcel pública.

En 1904 se anuncia que en la municipalidad de Frontera, se construyó una casa para las oficinas de la Comisaría de Policía y Junta Municipal y otra para cárcel correccional.

En 1905, en Macuspana, se anuncia la reconstrucción del local que ocupa la cárcel pública.

En 1906 se reparó la cárcel pública en la ciudad de Cunduacán y se amplió la que se encontraba en la villa de Montecristo.

En 1907 se crea el reglamento para la cárceles.

En 1908, en el pueblo de Tecolutilla, por iniciativa del jefe político de la municipalidad y con la cooperación de los vecinos, se construyó una casa en que se instaló la comisaría de policía y cárcel.

Se construyen cárceles públicas en Tacotalpa y Balancán, entre 1909 y 1910.

 

SIGLO XX

Las cárceles Municipales dejaban mucho que desear en materia de higiene en la década de 1920. El gobernador Ausencio C. Cruz dijo en un informe de gobierno, que las malas condiciones de los edificios penales, favorecía la evasión de los procesados. Se hablaba que era de suma urgencia, reparar esas cárceles. El Ejecutivo tenía el proyecto de construir una penitenciaria en los alrededores de la capital y se dijo que se daría preferencia a los trabajos agrícola-industriales, como medio eficaz para conseguir la regeneración de los delincuentes.

MUNICIPIOS

Abraham Bandala en su informe de gobierno de 1903, que en el interior del palacio municipal de Tacotalpa se arregló un departamento cómodo é higiénico para Cárcel correccional; que el 1 de enero se inauguraron las obras de renovación del espacioso edificio municipal de la Villa de Tenosique, en el cual tienen asiento las principales oficinas del Estado y del Municipio y la Cárcel pública.

En 1904 se anuncia que en la municipalidad de Frontera, se construyó una casa para las oficinas de la Comisaría de Policía y Junta Municipal y otra para cárcel correccional.

En 1905, en Macuspana, se anuncia la reconstrucción del local que ocupa la cárcel pública.

En 1906 se reparó la cárcel pública en la ciudad de Cunduacán y se amplió la que se encontraba en la villa de Montecristo.

En 1907 se crea el reglamento para la cárceles.

En 1908, en el pueblo de Tecolutilla, por iniciativa del jefe político de la municipalidad y con la cooperación de los vecinos, se construyó una casa en que se instaló la comisaría de policía y cárcel.

Se construyen cárceles públicas en Tacotalpa y Balancán, entre 1909 y 1910.

 

SIGLO XX

Las cárceles Municipales dejaban mucho que desear en materia de higiene en la década de 1920. El gobernador Ausencio C. Cruz dijo en un informe de gobierno, que las malas condiciones de los edificios penales, favorecía la evasión de los procesados. Se hablaba que era de suma urgencia, reparar esas cárceles. El Ejecutivo tenía el proyecto de construir una penitenciaria en los alrededores de la capital y se dijo que se daría preferencia a los trabajos agrícola-industriales, como medio eficaz para conseguir la regeneración de los delincuentes.

LA PENITENCIARÍA EN PASEO DE LA SIERRA

Para 1937, el gobernador Víctor Fernández Manero expresó que la casa que hacía las veces de cárcel frente a la hoy Plaza de Armas, ofrecía un espectáculo interior macabro, careciendo de lo más indispensable para la higiene de los reclusos y que vivían en un hacinamiento propenso para minar su salud y por ello anunció:

“Con el propósito de mejorar las condiciones de vida de los reclusos, y al mismo tiempo, de ofrecerles la oportunidad, que es deber ineludible del Estado, de obtener su regeneración por medio del trabajo, de acuerdo con las concepciones modernas en Derecho Penal y Régimen Penitenciario, acordé la construcción de un edificio destinado a Penitenciaría sobre la carretera a Teapa, el cual, enclavado en un espacio libre contará con oficinas, galeras amplias y ventiladas, patios abiertos, servicios sanitarios, salón comedor, salón para espectáculos, talleres y amplios campos para deportes. La obra fue contratada en la suma de $100,000.00 habiendo ya entregado a cuenta de la misma $10,000.00. En la actualidad se han abierto ya las cepas para la cimentación y se están construyendo los blocks de cemento, pudiendo afirmar que antes de un año estará concluido el edificio que reclama una importante necesidad pública”. (1)

Sin embargo la obra no logró alcanzar las expectativas porque en 1942 Francisco Trujillo Gurría expresó que se carecía de una penitenciaria y de cárceles donde los reos cumplieran sus sentencias y que se encontraban con enormes dificultades para la aplicación de las mismas. La penitenciaría del Estado no podía cumplir su cometido por las pésimas condiciones que en ella prevalecían, y refiriéndose a las cárceles que existían en las cabeceras municipales dijo no eran más que locales inadecuados.

“No tenemos una sola prisión que merezca tal nombre. Cuando inicié mi gobierno, me di cuenta de este enorme problema y durante mi actuación he querido remediarlo, pero me ha sido imposible por la razón que todos conocen: la falta de recursos”. (2)

En 1944 Noe de la Flor Casanova afirma que el edificio de la Penitenciaría, no guardaba las condiciones para la implantación de un sistema penitenciario acorde con las orientación criminológica de entonces, afirmaba estar interesado en lograr la regeneración de reclusos a base de educación y trabajo, para reintegrarlos a la comunidad sin peligro.

Se intentó mejorar el viejo edificio de la Penitenciaría y se abrió una escuela y fundaron algunos talleres para que los reclusos aprendieran oficios útiles y pudieran ganarse honestamente la vida al reincorporarse a la sociedad.

Francisco J. Santamaría insistía en sus informes de gobierno sobre la necesidad de la urgente reparación del edificio de la Penitenciaría, que constituía ya un verdadero peligro y “donde la vida de los reclusos era de tal miseria moral y material que rayaba en ignominia para el gobierno. Sin un mal pozo siquiera, con servicios nauseabundos, tomando agua de lodo, durmiendo casi a la intemperie, aquellas pobres gentes no tenían más recurso que la misericordia divina, ya que la misericordia humana poco o nada se había acordado de ellas.

Nuestro sistema penitenciario funciona en forma que deja mucho que desear. El edificio en que son confinados los sentenciados y las personas que están sujetas a procesos está en pleno estado de ruina, por la acción del tiempo, pero en relación inmediata con los pésimos materiales de que está construido.

El Ejecutivo a mi cargo acometerá en breve las obras necesarias que sean indispensables para que dicha fábrica ofrezca siquiera las condiciones de seguridad que de be tener un establecimiento de esa naturaleza, para que la sociedad tenga el convencimiento de que se cumple con el confinamiento y reclusión de quienes han actuado al margen de la Ley.

Es preocupación constante de este gobierno que los delincuentes se ocupen en trabajos que obren el milagro de transformar su estructura moral, para devolverlos a la sociedad readaptados a un régimen de trabajo que les permita subvenir a sus necesidades y ser útiles a sus semejantes.

Consecuente con este plan de trabajo se ha establecido dentro de la penitenciaría un taller de carpintería debidamente equipa­ do que servirá de medio de regeneración para los reclusos, a la vez que los instruirá en el aprendizaje de dicho oficio. Se ha procurado atender las necesidades internas del penal por lo que respecta a los servicios de cocina, alojamiento, servicio de agua y alumbrado, además se ha venido prestando a los reclusos atención médica con toda regularidad, con la cooperación de los servicios sanitarios en el estado, que tienen comisionados a un médico y dos enfermeras que atienden al establecimiento dos veces por semana. la dirección de educación federal del estado tiene comisionado en dicho establecimiento a un profesor que atienda la escuela del mismo y que imparte los conocimientos de la instrucción primaria a todos los reclusos que aún necesitan de ella, siendo obligatorio asistir a las clases para los que no saben leer ni escribir, a quienes se les dispensa especial atención para su más rápido aprendizaje.

Creemos firmemente que algo se ha hecho por lo que respecta a este capítulo de justicia en el corto lapso que ha transcurrido desde que se inició la gestión administrativa del régimen cuyo ejecutivo es a mi cargo”. (3)

 

1949

Para 1949 se menciona que se había puesto especial empeño en la selección de los elementos de las policías preventiva y rural para que previniera en la medida de sus posibilidades, actos delictivos; y como actividad complementaria, se estableció en la penitenciaría del Estado un sistema de trabajo para los reos, adecuado a los oficios que tenían antes de cometer el delito y a las inclinaciones, aptitudes y facultades que manifestaran en la prisión, buscando los siguientes fines:

  1. La regeneración psicológica del reo por el trabajo;
  2. Que el reo con el producto de su trabajo pagara la reparación del daño causado por el delito que cometió y tenga, además, un fondo de ahorros; y
  • Cuando obtuviera su libertad, se encontrara en condiciones de ser útil a la sociedad.

Se reconstruyó el drenaje, sustituyendo el que había; se vigilaba que tanto el exterior como el interior del edificio se mantuvieran limpios; se taparon filtraciones en los techos y se construyó un pozo con bomba eléctrica para surtir de agua el penal, más 5 lavaderos y 2 pilas de mampostería para el depósito de agua de lluvia.

La enfermería era atendida por un médico y dos enfermeras, dos veces por semana; este servicio lo proporcionaban los Servicios Coordinados de Salubridad y Asistencia; además, si algún recluso solicitaba la consulta de un médico particular, se le daban facilidades para obtenerla y en caso necesario se le internaba en el Sanatorio del Estado.

La educación en el Penal era atendida por un maestro que proporcionaba la dirección general de educación en el estado, quien se encargaba de la escuela que existe en el establecimiento, a la cual concurrían obligatoriamente los reclusos analfabetos.

Sin embargo en 1948 Santamaría vuelve a señalar: “Precario sin duda nuestro sistema punitivo y penitenciario, no podemos ni debemos sino buscar el menor sufrimiento posible para quienes se han hecho acreedores a ser confinados a la sombra de la prisión, que no por tales dejan de merecer que el estado busque su regeneración por los medios a su alcance y no proceda por espíritu de venganza o de vil represalia contra ellos”.

“Buscando la manera de establecer el trabajo como medio de regeneración del sentenciado, se ha procedido a hacer sembrados de frijol, maíz, yuca, camote y otros productos de realización y consumo más común en el mercado de la Capital. De este modo se va procurando ocupar en actividades de trabajo a los reos y éstos obtienen utilidades que de todos modos les proporcionan alguna ayuda material, como lenitivo a su triste condición de confinados, y se cumple a la vez con la condición penalista de obtener su regeneración por medio del trabajo honrado”. (4)

LA GUARDIA RURAL

La Guardia Rural fue creada por Francisco J. Santamaría que así cubrió los servicios de seguridad en los campos, rancherías, poblados y aun en las cabeceras municipales, cuya policía era deficiente. Tenían a su cuidado además, la vigilancia exterior de la Penitenciaría del Estado y efectuaba servicios nocturnos de rondín en Villahermosa.

En 1949 Francisco J. Santamaría reorganizó, depuró el personal a base de moralidad y eficiencia precisando las funciones de quienes laboraban ahí funciones que cada uno de ellos debía desempeñar, y se creó un sistema de filiación para condensar los datos de cada recluso. Se construyó un horno de panadería, se instaló un taller de carpintería, otra de tejido de hamacas y de cinturones de hilo y se impulsó el cultivo de legumbres, la industrialización del guano con la fabricación de abanicos y canastas a la rústica y de lujo y de otros objetos del mismo material y calidades, que al mismo tiempo representaran fuentes de ingresos económicos y centros de aprendizajes para los reclusos. La finalidad del sistema punitivo era desterrar el castigo cruel y anti-regenerador, buscando que el sentenciado eliminara su inclinación al delito a fuerza de estudio, de trabajo y disciplina, para incorporarlo nuevamente a la familia tabasqueña, transformado en un individuo útil.

Además tenían prácticas deportivas e integrales, contó con un equipo de volibol que compitió con los equipos del Instituto Juárez y de la XXX Zona Militar.

Sin embargo la constante no fue una característica de las cárceles de Villahermosa, en 1953 Manuel Bartlett Bautista como gobernador señaló: “El actual gobierno confronta un grave problema penitenciario. El edificio de la Penitenciaría General del Estado se halla en condiciones ruinosas y de completa inseguridad para la guarda de los detenidos y carece de los elementos más indispensables para el establecimiento de un régimen penitenciario moderno. A reserva de atacar a fondo este problema, se han puesto en práctica las medidas más urgentes para poder seguir utilizando el presidio y evitar derrumbes del edificio y evasiones de presos, que con alarmante frecuencia han incurrido.

Se mejoró la escuela de la Prisión; se instaló la enfermería de que carecía el penal y se nombró un médico para atenderla.

La política en materia criminal que hemos planeado y que ya principiamos a realizar, como se demuestra con los datos expuestos, incluye la creación del Departamento de prevención general y especial de la delincuencia. A su cargo estará la ejecución de las sanciones penales, la dirección técnica de las prisiones, la lucha contra los factores etiológicos del delito y la protección de la infancia abandonada o delincuente”. (5)

 

RECLUSORIO CENTRAL DEL ESTADO

En 1954, Manuel Bartlett anuncia que se acordó la desaparición de la antigua institución llamada PENITENCIARÍA, creando para substituirla el Reclusorio Central del Estado, cuya dirección se puso en manos de un universitario especializado en cuestiones penitenciarias y se procedió a la reparación del presidio y se adquirió equipo industrial y agrícola.

Se instalan nuevamente en el reclusorio fábricas y talleres, en donde se elaboraban diversos productos y re realizaban cultivos intensivos orientados al entrenamiento de los reclusos campesinos, para que al ser liberados pudieran obtener mejores rendimientos del trabajo agrícola.

En 1955, Miguel Orrico de los Llanos ante el aumento de la población penal y buscando realizar la científica clasificación de los delincuentes, así como lograr su readaptación social, decidió realizar la construcción de un nuevo edificio carcelario en el que fuera posible separar procesados y sentenciados de ambos sexos, así como los menores de edad que incurrieran en comportamientos antisociales. Se anunció que el proyecto arquitectónico se había realizado sobre la base de los últimos avances del derecho penal, de la criminalogía y del derecho penitenciario.

Para1957 Miguel Orrico de los Llanos anuncia en su informe de gobierno que “el Reclusorio Central del Estado, respondiendo a mi anhelo de que las cárceles no sean ya hacinamientos de hombres ociosos, centros de perversión y de vicio y escuela de delincuentes, sino establecimientos de corrección moral, de incremento educativo y rehabilitación social, continuó la tarea de reforma penitenciaria, tanto más necesaria cuanto que se han visto sus buenos resultados con la reducción del tráfico de enervantes y de la toxiconomía y en razón del gran número de delincuentes jóvenes que pueden hacer sus vidas en un ambiente de educación y de trabajo.

Para mejorar las condiciones higiénicas del Reclusorio, se le dotó con agua del servicio público y se construyeron cinco baños. Con la cooperación de los propios reclusos y con fines educativos, se instaló un cinematógrafo, se adquirió un apa­ rato de sonido y se está construyendo la cuadra para la banda de guerra.

En la Penitenciaría del Estado se llevaron al cabo las siguientes obras: un comedor para vigilantes; talleres de sastrería; lavado y encuadernación; cuartel del cuerpo de vigilan­ tes; local de administración; campo deportivo para los reclusos; taller de carpintería, dotado de maquinaria completa para alta producción; pabellón para tuberculosos; comedor para reclusos; acotamiento total del perímetro del Penal; nueva instalación de alumbrado; reconstrucción de todos los techos del Penal; adaptación y reconstrucción de la cuadra número seis, a fin de ponerla nuevamente en servicio; puertas de hierro a las cuadras; una galera para secar ladrillos; compostura e instalación de la máquina para producir ladrillos de mosaico; pintura total del interior y del exterior del Penal”. (6)

NUEVO CENTRO DE READAPTACIÓN SOCIAL

En 1962 se anuncia la construcción de un espacioso edificio en el terreno de la penitenciaría, destinado al juzgado mixto menor, al juzgado de primera instancia del ramo penal y a la agencia del ministerio público adscrito.

Para la década de 1970, Mario Trujillo García afirma que las instalaciones penitenciarias con que contábamos eran absolutamente inadecuadas. Por esa razón y por las terribles condiciones de hacinamiento en que se encontraba la población del reclusorio central del estado, en el mes de julio de ese año fueron enviados al penal de las Islas Marías 64 reclusos del Fuero Común afirmando no estaba muy de acuerdo pero debido las circunstancias no se había podido hacer más.

Trujillo expresó la preocupación presidencial por cambiar los sistemas penitenciarios y con el propósito de sustituir los procedimientos de castigo por los de readaptación a la vida social, se construía un nuevo centro de readaptación social, que contaba con las instalaciones necesarias para que los reclusos llevaran una vida útil y sana y se inauguró el primero de enero de 1974 se hizo el cambio de reclusos de la actual penitenciaría al nuevo centro de Readaptación Social.

 

HACINAMIENTO EN RECLUSORIOS

Para la década de 1990 el hacinamiento en las prisiones de Tabasco comienza a crecer y aumentan revueltas y motines.

Del 9 octubre al 11 noviembre 1999, hubo 11 muertos y 40 heridos en un largo motín de más de un mes en la cárcel de Villahermosa, en Tabasco, ocasionado tras varias riñas e intentos de fuga durante la inundación del penal.

En 1999 también se expide el reglamento del CRESET.

En mayo de 2007 alrededor de 800 de los mil 700 internos del Centro de Readaptación Social de Tabasco (Creset) se amotinaron en protesta porque elementos del Ejército y la Policía Federal Preventiva (PFP) realizaron un cateo sorpresivo en sus celdas durante la madrugada. La revuelta fue controlada después de cuatro horas.

 

CIERRE DE CÁRCELES

En 2017, el gobierno de Arturo Núñez Jiménez, determinó el cierre de diez cárceles en la entidad y dispuso la habilitación de Centros de Reinserción Social (CERESOS) y Centros Penitenciarios Regionales, “moviendo así”, ante esta disposición, a más de 300 presos a diversas cárceles.

Las cárceles que fueron cerradas estaban ubicadas en los municipios de Teapa, Jalapa, Emiliano Zapata, Jonuta, Nacajuca, Jalpa de Méndez, Paraíso, Balancán, y Villa La Venta, esta última, perteneciente al municipio de Huimanguillo.

El gobernador en ese entonces, Arturo Núñez Jiménez explicó que el cierre se realizó porque Tabasco era la primera entidad que cumplía con la recomendación general número 28 emitida por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), sobre la reclusión irregular en las cárceles municipales y distritales del país.

Por disposición, se dio paso a la regionalización, creándose así, los Centros de Reinserción Social (Ceresos) en las ciudades como Villahermosa, Huimanguillo, Cárdenas, Comalcalco, Macuspana , Tenosique, además de Centros Penitenciarios Regionales en Tacotalpa, Cunduacán y Centla.

 

PENAL FEMENIL.

El 24 de Octubre de 2020, tres días después del cierre de la prisión federal enclavada en Huimanguillo, el gobernador Adán Augusto López Hernández solicitó a la federación, la entrega en comodato de las instalaciones, a fin de habilitarlo como una prisión femenil. La idea del gobierno estatal era trasladar a poco más de 180 internas que se encontraban recluidas en prisiones del estado, de las que un 85 por ciento permanecían en el Creset. El proyecto aún no se concreta.

Para 2022, un total de 203 mujeres, en su mayoría jóvenes, purgaban condenas en cinco cárceles de Tabasco, acusadas de cometer distintos delitos, siendo los principales el secuestro, homicidio, robo y pederastia. Se encontraban en cárceles mixtas para hombres y mujeres, como el Creset, en Villahermosa, con 107 internas; Comalcalco con 37; Cárdenas con 32; Huimanguillo, con 18; y Tenosique con 9.

 

AÑO 2022

Para 2022 el Centro de Reinserción Social del Estado de Tabasco (Creset), se encontraba sobrepoblado y enfrentaba grandes problemas; tiene una capacidad para no más de mil 185 hombres y el espacio para 140 mujeres. La cifra era de mil 873 hombres, 688 internos más. Había 110 mujeres internas, y se tiene capacidad para 140. La cifra general, rebasa los 3,800 internos a nivel estado. (7) (8)

FUENTES:

 

(1) Tabasco a través de sus gobernantes. 1936-1942Volumen 4. (1988) Tabasco. Biblioteca básica tabasqueña. Gobierno del estado de Tabasco. p. 43.

(2) Tabasco a través de sus gobernantes. 1936-42. Volumen 4. (1988) Tabasco. Biblioteca básica tabasqueña. Gobierno del estado de Tabasco. pp. 233,234.

(3) Tabasco a través de sus gobernantes. 1947-49. Volumen 6. (1988) Tabasco. Biblioteca básica tabasqueña. Gobierno del estado de Tabasco. pp. 113-114.

(4) Tabasco a través de sus gobernantes. 1947-49. Volumen 6. (1988) Tabasco. Biblioteca básica tabasqueña. Gobierno del estado de Tabasco. pp. 229-230.

(5) Tabasco a través de sus gobernantes. 1953-58. Volumen 8. (1988) Tabasco. Biblioteca básica tabasqueña. Gobierno del estado de Tabasco. p. 32.

(6) Tabasco a través de sus gobernantes. 1959-61. Volumen 9. (1988) Tabasco. Biblioteca básica tabasqueña. Gobierno del estado de Tabasco. pp. 109-110.

(7) Trinidad, Héctor (8 feb 2021). Cárceles de Tabasco, saturadas y vulnerables. El Heraldo de Tabasco.

(8) XEVT (2022-09-19) 203 mujeres purgan condenas en 5 penales de Tabasco. Tabasco.

Gil y Sáenz, Manuel. (1857) Historia del estado de Tabasco. Tabasco. Tercera edición. Dirección de difusión Cultural. p. 283.

Mestre Ghiggliaza, Manuel. (1981) Invasión norteamericana en Tabasco (1846.1847). Tabasco. Consejo editorial del gobierno del estado de Tabasco.

Gil y Sáenz, Manuel. (1872) Compendio Histórico, geográfico y estadístico del estado de Tabasco. Tabasco. Tip. De José M. Ábalos.

Herrera de la Torre, Jorge (2019) Transformaciones históricas de la Plaza de Armas de Villahermosa de 1564 a 2010”. UJAT. Tesis.

Tabasco a través de sus gobernantes. 1902-1910Volumen 1. (1988) Tabasco. Biblioteca básica tabasqueña. Gobierno del estado de Tabasco.

Tabasco a través de sus gobernantes. 1943-45. Volumen 5. (1988) Tabasco. Biblioteca básica tabasqueña. Gobierno del estado de Tabasco.

Tabasco a través de sus gobernantes. 1950-52. Volumen 7. (1988) Tabasco. Biblioteca básica tabasqueña. Gobierno del estado de Tabasco.

Tabasco a través de sus gobernantes. 1971-76. Volumen 9. (1988) Tabasco. Biblioteca básica tabasqueña. Gobierno del estado de Tabasco.