Corría la primera mitad del siglo XIX, cuando hizo su arribo procedente de los Estados Unidos de Norteamérica, el señor William Henry Brown Spits, originario de Irlanda del Norte, nacido en el viejo continente Europeo en 1777. Se asentó en Ciudad del Carmen; para después adentrarse a la región de los ríos, como uno de los mayores comerciantes del río Usumacinta. Se casó con Trinidad Garrido Balboa quien descendía de añejas familias de la época novohispana de Tabasco y Chiapas. El matrimonio Brown Garrido tuvo cinco hijos, ellos fueron: Guillermo Adolfo Brown Garrido, Francisco Daniel Brown Garrido se casó con Toribia Ortega, Ramón Benjamín Brown Garrido se casó con Margarita Espinosa, Daría Brown Garrido se casó con Eduardo Balboa e Irene Carolina Brown Garrido se casó con Anacleto Canabal Ortiz, sus hijos fueron: Anacleto, Josefa, Dolores, Matilde y Domingo Canabal Brown. Domingo Canabal Brown se casó con Aurora Inurreta Lastra. Las tres hermanas Canabal Brown se casaron con los hermanos Pio II, Juan y Manuel Garrido Lacroix.
Pero regresemos al fundador de la dinastía Brown en México, según nos relata en su libro el historiador Raúl Abreu Marín. Durante la primera mitad del siglo decimonónico, don Guillermo Enrique Brown Spits, fue un fuerte comerciante de la zona de los ríos:
“El primer concesionario de barcos fue el ciudadano norteamericano don Guillermo Henry Brown con sus buques El Tabasqueño y el Moctezuma (Hist. de Tab. P. 176). Cuenta don Pepe Bulnes que las primeras embarcaciones “que viajaban en Tabasco eran canoas, champanes y bongos. Traían mercaderías y llevaban palo de tinte. Los viajes eran a punta de palancas y remos eran penosísimos, difíciles y peligrosos por las duras maniobras de la tripulación los viajes de Frontera a Tenosique duraban más de tres meses por la fuerza de las corrientes del río Usumacinta”.
En julio de 1845, el marino inglés, Mr. Williams Hever Brown, en español, Don Guillermo, llegó a México y obtuvo una concesión para navegar por el río Usumacinta, con un buque de vapor, el primero que conoció Tabasco. Una embarcación moderna que compró en Mobile, U.S.A, cuya maquinaria servía, además, para izar las trozas de madera de tinte efectuando viajes rapidísimos. Los competidores comenzaron a hostilizarlo. El barco tenía que fondear frente al puerto de Frontera para evitar actos de “sabotaje”, pero sus enemigos lo barrenaron una noche amaneciendo la nave en el fondo del Grijalva. Mr. Brown no se desanimó y compró otro barco con mejor maquinaria. Remontó el Usumacinta hasta llegar a Tenosique, y atracado en el muelle lo volaron con dinamita, hundiéndolo con su cargamento a bordo. Después, cerca del río de San Pedro, Mr. Brown fue envenenado por sus enemigos. Así terminó aquel hombre de iniciativa que llevó a Tabasco el primer barco de vapor”.
Hasta aquí una pequeña reseña del fundador del linaje de la familia Brown en México.
Fuentes consultadas:
1.- Archivo particular de la familia Brown.
2.- Abreu Marín, Raúl. Pueblo que no se dobla pero no se truencha, 2009.
3.- Fotografía de la página de Facebook “Familia Brown”.