Entre 1887 y 1911 se organizaron en el país 199 compañías de luz y fuerza motriz, en el país incluyendo a Tabasco.
El 26 de junio de 1890 se firmó un contrato de «alumbrado eléctrico público» por una parte entre el gobierno del estado y el Ayuntamiento del Centro (San Juan Bautista), por la otra el señor Narciso F. Gumbau.
Gumbau se comprometió a instalar el servicio con cien lámparas de luz eléctrica de arco, de fuerza de mil bujías cada una, en la ciudad de San Juan Bautista. El servicio fue inaugurado el 29 de octubre de ese mismo año. (1)
El contrato decía:
“En San Juan Bautista de Tabasco, el 20 de enero de 1908, ante el notario público del Estado don Pantaleón J. Moret, los testigos don Francisco de Paula Aguilar y don Candelario R. Ramón, compareció el señor don Adolfo Castañares, de México, casado, como Secretario General del Despacho; el licenciado don Antonio Padrón Reyes, de Yucatán, soltero, como síndico primero del Ayuntamiento y el señor don Narciso F. Gumbau, soltero, comerciante, natural de España y vecino de Je r se y City, E. U. así como el señor José María Graham, casado, natural de Cam peche; el licenciado Padrón Reyes no presentó el recibo de contribución personal por ser síndico, propietario, los demás sí; el síndico Padrón Reyes presentó su identificación como tal con una nota oficial que exhibió, fechada en San Juan Bautista el 15 de enero de 1890, firmada por don José N. Rovirosa como presidente y Tomás Abundiz como secretario.
El señor Gumbau establecerá 100 lámparas de luz de arco de 100 bujías cada una. El contrato durará 10 años.
El señor Gumbau recibirá $ 10,000; $8,000 por el Ayuntamiento y $2,000 por el tesoro del Estado. Los trabajos de construcción comenzarán a más tardar a los cuatro m eses de firmada la escritura y deberán estar terminados nueve m eses desde esta fecha de la escritura. Podrá suministrarse luz a los particulares sin perjuicio del público”. (2)
”. (2)
El 8 de diciembre, ante el Congreso, el gobernador informó:
«Cien lámparas de luz eléctrica de arcos, de fuerza de mil bujías cada una, iluminan perfectamente no sólo el centro de la ciudad sino basta las calles de tos tres barrios que tiene esta población, permaneciendo encendidos los focos desde la entrada de la noche hasta que amanece».
Apenas 12 años después que Edison puso a disposición de la humanidad la lámpara incandescente, San Juan Bautista fue una de las ciudades privilegiadas del planeta en contar con el servicio de alumbrado público. (3)
La luz alumbró las calles de la ciudad desde 1890, con ciertas interrupciones, hasta que en 1898 se paralizó por orden del Ayuntamiento y se volvieron a usar los antiguos faroles de petróleo, con sus serenos, cerbatanas y escaleras, hasta principios de 1901 en que se inauguró la segunda planta en la avenida del Grijalva, hoy Francisco I. Madero, frente a la iglesia de Santa Cruz y parque “Ignacio Gutiérrez’’ antes de “La Paz». (4)
Desafortunadamente el concesionario no dispuso con oportunidad de las refacciones para la planta generadora, por lo que el servicio empezó a decaer y en marzo de 1897 el gobernador del Estado anunció que el Ayuntamiento se haría cargo del servicio. Y lo hizo pero de nuevo con faroles alimentados con aceite y no con luz eléctrica.
La rescisión del contrato provocó un litigio que se resolvió hasta mayo de 1902 cuando el gobierno del Estado y el Ayuntamiento compraron a Gumbau la casa, la maquinaría y equipo que utilizó en su empresa por $46,373.54.
El 20 de enero 1903, se fundó la Compañía Tabasqueña Electro-Motriz, S.A., «instalación generadora de potencia eléctrica para explotarla en el servicio de alumbrado, fuerza motriz y demás usuales en esta clase de negocios.»
El Consejo de Administración estaba integrado por Gonzalo Ramos Alfonso, José Bulnes, J. Gonzáles Lamadrid y M. Gabucio (yerno de Manuel Sánchez Mármol).
El 5 de febrero firmó contrato la nueva compañía con el estado y el municipio para cubrir el servicio de alumbrado en toda la ciudad.
La generación de energía eléctrica durante el siglo XIX se utilizó solamente para el alumbrado público. (5)
En 1910 se inaugura la nueva planta de luz eléctrica de «Mayito”. (6)
Rafael Domínguez narra su experiencia e ver la luz eléctrica por primera vez en su libro “Tierra mía” de 1949:
“Fue esto durante el gobierno de don Simón Sarlat, allá por los noventas. Iba a cambiarse el alumbrado público de los marchitos y macilentos faroles por el de corriente eléctrica, cuya inauguración se había anunciado para cierta noche. La chiquillería de mi barrio estaba loca de curiosidad. Es claro que sí.
No sabíamos qué cosa era eso. Tanto se nos había dicho de la luz eléctrica, que casi la imaginábamos cosa de brujería. La planta de Gumbao se había instalado en la calle de Aldama entre Lerdo y Zaragoza. Y el día de la inaugura31ción, anunciada para las ocho de la noche, allá fuimos a dar fe de aquella maravilla. Pero como nunca falta algún pelo en la olla que venga a enturbiar el encanto de la comida, sucedió que la planta no pudo funcionar sino hasta después de las diez de la noche.
De modo, que, entretenidos con aquella novedad que no podíamos entender ni explicarnos, se nos pasó insensiblemente el tiempo y volvimos a nuestras casas casi a la media noche. Y cuál no sería nuestro asombro al enterarnos de que el padre de Pancho Ortiz, que lo esperaba hecho un energúmeno por su tardanza, le dió tan tremenda azotaina «—no menos de cincuenta latigazos—, que todo el vecindario se alarmó. Acaso el mismo Pancho haya olvidado la “cueriza”, pero yo, a través de más de medio siglo, la sigo escuchando horrorizado, como la escuché, lleno de incomprensión aquella noche inolvidable en que vi por primera vez la luz eléctrica”. (7)
Fuentes:
(1) Romo López, Rosa M.; Ruiz A., Carlos; Bálcazar, Elías; Torruco, Geney (1994) Historia general de Tabasco. Tomo II. Tabasco. Gob del estado, SECUR. P. 178.
(2) López Reyes, Diógenes (1980) Historia de Tabasco. Tabasco. Consejo editorial del gobierno del estado de Tabasco. p.473
(3) Romo. Op. Cit. P. 178.
(4) López Reyes, Diógenes (1980) Historia de Tabasco. Tabasco. Consejo editorial del gobierno del estado de Tabasco. p. 480.
(5) Romo. Op. Cit. P. 179.
(6) López Reyes, Diógenes (1980) Historia de Tabasco. Tabasco. Consejo editorial del gobierno del estado de Tabasco. p. 485
(7) Domínguez, Rafael (1949) Tierra mía. Villahermosa, Tabasco. Compañía editora tabasqueña. P. 31-32.