A un costado de Plaza de Armas, en el lugar donde estuvo la cárcel pública, se construyó un edificio tipo romano destinado a la enseñanza pública y dedicado a las artes denominado Escuela Tecnológica Eufrosina Camacho de Ávila, tuvo un costo de $80,000, pero nunca funcionó como tal, se utilizó para albergar oficinas de Gobierno Federales y Estatales como Hacienda y el Catastro.
El 16 de Septiembre de 1946 se puso en funcionamiento; él maestro Carlos Pellicer pronunció un discurso en el que mencionó que «Construir una escuela en el sitio que ocupó una prisión, es el mayor acto de nobleza que puede realizar un gobernante. Es consagrar un recinto a la libertad, desde cuyos ventanales el horizonte abre los ojos y el alma del fundador que pertenece siempre en él, prisionera dichosa de la libertad y de la belleza.
El acto de construir es solemne, porque nos comprueba la inteligencia y el pensamiento respecto a la acción. Y construir una escuela donde existía una cárcel pública, es expresar a voces envidiables la calidad del espíritu que en este caso llevan las más elevadas y austeras intenciones.»
En 1950, Carlos Pellicer sostiene pláticas con el entonces Gobernador Francisco J. Santamaría para hacerse cargo de la reestructuración del Museo Tabasco; logra negociar y hacer que las oficinas de gobierno que se encontraban en el edificio de la Escuela Eufrosina Camacho Viuda de Ávila lo desocupen y se adapte como museo. El Gobernador le da su apoyo y entre 1951 y 1952, Carlos Pellicer trabajó adaptando la escuela como como museo y trasladaron las piezas del antiguo museo de Ángel E. Hermida a su nuevo recinto. Así se creó el Museo de Historia de Tabasco. Este nuevo museo se inauguró el 19 de noviembre de 1952.
Al construirse e inaugurarse el Museo Regional de Antropología en el periférico en 1980, el edificio frente a Plaza de Armas, fue demolido. Actualmente no hay edificios, es una explanada y en su parte inferior se encuentra un estacionamiento.
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