Garridismo
El estilo de gobernar Tabasco de Tomás Garrido Canabal en los 15 años en los que prácticamente manejó las riendas del estado, se enfocó en el desarrollo, la productividad y modernización. Su métodos para alcanzar sus objetivos fueron muy cuestionados, se basaban en el radicalismo anticlerical, la enseñanza racionalista, la campaña antialcohólica, la organización de profesores y de las mujeres, así como la estructuración social con base en la Liga Central de Resistencia.
tomás garrido, persecusión religiosa, campaña anti alcohol, catedral de esquipulas, catedral de esquipulas
19026
page-template-default,page,page-id-19026,theme-bridge,bridge-core-3.1.3,woocommerce-no-js,qode-page-transition-enabled,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,columns-3,qode-theme-ver-30.2,qode-theme-bridge,wpb-js-composer js-comp-ver-7.4,vc_responsive

GARRIDISMO

El estilo de gobernar Tabasco  de Tomás Garrido Canabal en los 15 años en los que prácticamente manejó las riendas del estado, se enfocó en el desarrollo, la productividad y modernización. Su métodos para alcanzar sus objetivos fueron muy cuestionados, se basaban en el radicalismo anticlerical, la enseñanza racionalista, la campaña antialcohólica, la organización de profesores y de las mujeres, así como la estructuración social con base en la Liga Central de Resistencia.

PERSECUSIÓN RELIGIOSA

Desde que fue gobernador interino, el 13 de diciembre de 1919 tomó una de las medidas más radicales sobre reglamentación de los cultos al limitar el número de sacerdotes a uno por cada 30 000 habitantes. Recuperaba también los antecedentes del paso de Múgica por Tabasco, quien entre otros actos irreligiosos hizo alojar a su batallón en la catedral de Esquipulas.

Catedral de Esquipulas ya como escuela Ferrer Guardia

El domingo 5 de noviembre se realizaron las elecciones para gobernador y el triunfador fue Tomás Garrido Canabal, quien toma posesión el 1 de enero de 1923. Febrero de 1925 fue el mes de inicio de la persecución religiosa en Tabasco. Se ordenó cerrar todos los tempos y se expulsó a los sacerdotes católicos que vivían y oficiaban en la entidad, entre ellos, Sebastián Guerrero (canónigo) y los presbíteros Manuel González, Trinidad Reyes, Ramiro Ponce. Los enemigos de Garrido, dada esta persecución, atacan con fuerza en los diferentes Congresos, así como en los principales periódicos de la capital del país.

En 1925, Garrido limitó a seis el número de sacerdotes que podían oficiar los servicios religiosos y dio todo el apoyo a la creación de la Iglesia Católica Apostólica Mexicana. La Catedral de Esquipulas pasó a ser escuela racionalista y posteriormente la biblioteca «Francisco Ferrer Guardia.»

En 1928 se recrudece la persecución religiosa en la entidad a consecuencia del asesinato del general Álvaro Obregón, el 17 de julio, en la capital del país.

Estos acontecimientos coinciden con el inicio la de demolición de la catedral de Villahermosa, la antigua iglesia del Señor de Esquipulas, la Catedral de Esquipulas por el maestro albañil Juan Hernández. Todo lo que de religioso había al interior de la misma, así como de otros templos, fue presa del fuego. Quizás la pieza más valiosa fue la de la Virgen de la Victoria, obsequio del conquistador Hernán Cortés, el 1 de abril de 1519, de la que se ignora el paradero.

Se prohibieron todos los escritos que hicieran alguna referencia a Dios. A tales extremos de intolerancia y fanatismo irracional se llegó, en el intento de desterrar cualquier signo de religión. Muchas personas fueron asesinadas en ese tiempo en especial en el Pueblo de San Carlos (Hoy Villa Benito Juárez) donde se llevó a cabo una matanza donde murieron aproximadamente 20 personas y otras fueron heridas.

En diciembre de 1928 irrumpieron en Villahermosa los grupos antirreligiosos integrados en los “Camisas Rojas”, cuya misión y función principal era la de combatir a la religión católica en la entidad.

 

Demolición de la Catedral de Esquipulas

En 1929 la legislatura local dispuso que sólo se autorizaría un ministro del culto católico por cada 100 000 habitantes. El gobernador títere que le siguió, Ausencio C. Cruz, decretó que las rancherías, villas y pueblos que detentaran nombres religiosos debían cambiarlos por nombres de héroes nacionales o locales.

En noviembre de 1930 se realizaron comicios en Tabasco. Tomás Garrido tomó protesta para un segundo periodo como gobernador constitucional el 1 de enero de 1931. Ese periodo se caracterizó por radicalizar las acciones emprendidas en su primer mandato constitucional, pero además agregó el impulso a las sociedades cooperativas.

La persecución religiosa siguió activa y se derrumbaron templos. El fervor revolucionario de Garrido se reflejó en los nombres de sus hijos, Lenin y Zoila Libertad (salvo su hijo mayor Felipe); además tuvo una sobrina llamada Luzbel. Inclusive tenía una granja con animales llamados Dios, Papa, María y Jesús. En Tabasco, se organizaron obras satíricas burlándose del Papa y los obispos.

BATALLA CONTRA EL ALCOHOL

Otro de los objetivos de Garrido era eliminar los vicios, especialmente el alcoholismo. Para tal fin, se organizaron brigadas en los municipios y comunidades. Garrido, ordenó quitar las puertas de las cantinas y cambiar el mobiliario interior, para hacerlo lo más incómodo posible.

Las cantinas no podían estar cerca de los lugares de trabajo o escuelas y las barras debían estar a cierta altura, aspecto que afectaba a las personas bajas. Sin embargo, las medidas se radicalizaron a partir de 1931, se procedió al cierre de los establecimientos expendedores, a la cancelación de los permisos de producción y a la sanción penal para los que no acataran la ley.

La Ley Seca del 30 de abril de 1931, incluía sanciones para la importación, exportación, compra, venta, abastecimiento y elaboración de bebidas alcohólicas de cualquier forma o cantidad, fuera de la cerveza, que consistían en hasta seis años de prisión y una multa de 500 a 5000 pesos de esa época. Cualquiera que fuera sorprendido bebiendo licor estaba sujeto a las mismas sanciones, cualquiera que se aventurara por las calles en estado de ebriedad, se exponía a pasar varios años en la cárcel o a pagar las elevadas multas decretadas por la ley.

Surgió entonces un mercado negro, sin embargo, las sanciones eran tan fuertes, y la desconfianza de los ciudadanos de que dentro de los círculos de amistades hubiera gente de Garrido encubierta, que poco a poco fue desapareciendo el consumo de alcohol en Tabasco. Tomás Garrido, también persiguió y aplicó fuertes sanciones a ladrones y violadores, los cuales frecuentemente eran ahorcados en grandes ceibas, lo que propició que bajaran considerablemente los índices delictivos en el estado.

EDUCACIÓN

Con un plan pedagógico ensayado previamente en Yucatán e inspirado en el anarquismo libertario catalán de acuerdo con las enseñanzas de Francisco Ferrer Guardia, la nueva escuela se propuso dar una explicación científica del universo y del hombre para sustituir lo que previamente sólo se explicaba por causas sobrenaturales. Entre 1925 y 1926 se iniciaron las escuelas racionalistas eminentemente prácticas y técnicas. Dentro del mismo plan se incluía la escuela productiva; las escuelas al aire libre; las escuelas-granja, destinadas a preparar a la juventud para dar servicio a la colectividad y mejorar los conocimientos de los maestros en cuanto a la enseñanza práctica de la agricultura, la ganadería y las actividades industriales.

Las primeras manifestaciones del propósito educativo de Garrido aspiraban a lograr «el mejoramiento económico y social de las grandes masas trabajadoras». Consideraba que la escuela debía orientar a la niñez y a la juventud tabasqueña hacia ese régimen de convivencia social perfectamente definido por la Revolución mexicana.

 

Todas las escuelas eran mixtas, tenían sus propias cooperativas, se definieron con un sentido desfanatizador, contra los dogmas y por la razón. Por ello, los profesores y profesoras se organizaron en la Liga de Maestros Ateos. El gobierno se propuso crear una escuela racionalista, democrática, activa, desfanatizada, libre y nacionalista.

 

El estado de Tabasco se hizo responsable de la educación y le dio un sello muy especial con la estrategia de descentralización educativa, pese a los esfuerzos de la Federación por estar presente. Se pretendió así crear una opción educativa opuesta al centralismo y al diseño vasconcelista, considerado conservador y ajeno a los intereses de las regiones, aunque esto se dio cuando José Vasconcelos había caído ya en desgracia luego de su frustrada campaña como candidato a la presidencia de la República por el Partido Antirreleccionista.

 

Escribe el maestreo y cronista yokot’an de Centla, Plácido Santana Hernández sobre las escuelas racionalistas:

 

«De todos esos maestros, el profesor Arnulfo Pérez Hernández, se distinguió por su excelente oratoria, pues testimonios orales narran, que en muchas ocasiones durante los célebres Sábados Rojos, subía a escenarios y con voz gruesa y sin temor alguno gritaba mirando al cielo, Dios, si de veras existes, yo te reto a que envíes en este momento un rayo y me fulmines; todos los presentes aguardaban en silencio temerosos a que quizás cayera un rayo que fulminara a Pérez Hernández, pero nunca pasaba nada, entonces el profesor Arnulfo gritaba a la concurrencia, ¿Lo ven?, no me ha pasado nada, he retado públicamente a Dios y el no ha respondido, por lo tanto Dios no existe, de esta manera, bajaba jubiloso del escenario y repartía entre los presentes una tarjeta que decía Profesor Arnulfo Pérez H., Enemigo personal de Dios.
En las escuelas racionalistas se adoctrinaba a los niños y niñas, con las ideas de que el ser humano debe su aprendizaje y formación, gracias al camino didáctico, libre de dogmas religiosos y en donde solo se llega al conocimiento científico a través de su propia experiencia.
Así mismo, Garrido Canabal exigía que los maestros y maestras aprendieran a manejar tractores agrícolas y vehículos convencionales. Hay quienes afirman que trató de igual forma, que los maestros aprendieran a pilotear al legendario Guacamayo, su avioneta particular.
En 1934 al llegar a Tabasco el candidato a la presidencia de la república, el Gral. Lázaro Cárdenas, este se admiró de la disciplina, conocimiento de los alumnos y de los avances y preparación de los maestros racionalistas tabasqueños.
Plutarco Elías Calles, exclamó al ver los fabulosos logros del racionalismo tabasqueño: La juventud de Tabasco es un ejemplo de la toda república y con ello, la revolución está salvada

DIFUSIÓN

Durante el período garridista se establecieron las bases para una organización muy particular de la sociedad tabasqueña. El medio de difusión de las ideas y acciones del garridismo fue el diario Redención, cuyo primer número apareció el 23 de julio de 1924, cuando el líder afianzaba su poder. Desde sus páginas se dieron a conocer los profesores y profesoras que dieron vida al sistema educativo, como José Ochoa Lobato, Rosendo Taracena, Celerina González de Oropeza y María Luisa Chacón de Ramírez Garrido; políticos como Trinidad Malpica, Carlos A. Madrazo, Arnulfo Pérez H. y Vicente Lombardo Toledano; escritores como José Mancisidor, Luciano Kubli, Mariano Tovar y muchos otros.

En Redención se convocaba a la sociedad a las famosas «culturales», consistentes en representaciones teatrales con fines propagandísticos y cuyos principales objetivos fueron divulgar «las mentiras de la religión» y lo nefasto del consumo de las bebidas embriagantes. Se realizaban en teatros o en las aulas de las escuelas, y, por otra parte, los «autos de fe», en los que se quemaban objetos religiosos, se efectuaban al aire libre.

 

EL VOTO DE LA MUJER

El 21 de febrero de 1925 Garrido firmó un Decreto que otorgaba a la mujer el derecho al voto, siendo Tabasco el primer estado del país en otorgarlo.

 

POLÍTICA SALARIAL

El líder del sureste insistía en que en Tabasco se pagaban los salarios más altos del país a los trabajadores, de tal forma que en 1930 los tabasqueños eran los mejor pagados. Los recibidores de plátano roatán ganaban 8.85 pesos; los primeros motoristas y los estibadores de frutas, 6.00 pesos; los obreros de artes gráficas, 4.00 pesos; los marineros, fogoneros y obreros de diferentes industrias 3.00 pesos; pero sólo ganaban 1.50 los campesinos.

EL ATENTADO CONTRA TOMÁS GARRIDO

Garrido solicita permiso como Gobernador para ser Senador en 1926 dejando a Santiago Ruiz Sobredo como interino.  El polémico personaje viajó a la Cd. De México para presentar sus credenciales ante el Congreso, salió del hotel Cosmos ubicado en San Juan de Letrán y caminó por la avenida Madero, antes de la calle de Plateros. Lo acompañaban Andrés García, Santiago Caparroso y atrás Marcos Díaz y dos más. Poco antes de las dos de la tarde, al llegar a la puerta del hotel Iturbide, súbitamente comenzaron a dispararles, resultaron muertos Marcos Díaz y quedando gravemente heridos Caparroso y Andrés García, quienes murieron horas más tarde. La sorpresa no les dio tiempo ni de sacar sus armas. Tomás Garrido abordó rápidamente un packard y logro escapar de la balacera. Poco después se supo que los agresores habían sido Amado Pedrero, Ulises Gonzales, el capitán Fernando Alipi, Marcelino Morales y los hermanos Andrés y Priciliano Sala.

Garrido sufrió varias heridas y denunció un complot de círculos delahuertistas en acuerdo con los rebeldes católicos y fue detenido (y después liberado) el coronel Alipi, el mismo que en enero de 1929 comandó la primera “cruzada cristiana por la liberación de Tabasco” terminada con un fracaso.

COOPERATIVAS

El proyecto modernizador de Garrido incluía, además, una propuesta de creación de cooperativas. El presidente Calles había dado a ese sistema un fuerte impulso, el cual se había experimentado ampliamente en Yucatán durante el gobierno de Felipe Carrillo Puerto. Sólo en su segundo gobierno Garrido creó más de 176 cooperativas; de ellas, 115 eran de consumo, 58 de producción y 3 mixtas, y lograron reunir a más de 10 000 socios con un capital de 115 974 pesos. Destacaban la Nacional Platanera, S.C.L. de los hacendados plataneros y, en varios de los municipios, las Cooperativas de Transportes Fluviales, las agrupaciones para productores agrícolas y comerciantes, así como las cooperativas de cacaoteros, pescadores, campesinos y ganaderos. Los productores de cacao fueron presionados por el mismo Garrido para que se organizaran.

ENTORNO LABORAL

Mientras los productores seguían esa iniciativa, los trabajadores lo hacían en las  ligas del Partido Socialista Radical Tabasqueño. Dicho organismo siguió el modelo del Partido Socialista del Sureste. En la Liga Central de Resistencia se unían representantes de todas las ligas en una estructura piramidal bastante sólida y en cuya base se encontraban todos los «ligueros», mientras que en la punta se ubicaba la Central. Las ligas no sólo expresaban la organización gremial; ahí también se acordaban las medidas político-administrativas. Las ligas de resistencia en los municipios tenían a los presidentes municipales como máximos dirigentes.

Existían asimismo las ligas de resistencia de las ciudades, las villas, los pueblos y las rancherías. En la base se encontraban las ligas de los gremios, que agrupaban tantos oficios como era posible imaginar: de alijadores, de albañiles, de artes gráficas, de cocineros, de panaderos, de carboneros, de estibadores de frutas, de lancheros, de porteadores, etcétera.

Según panfletos que hacía circular la Liga Central de Resistencia, esta forma de organización tenía como principal objetivo levantar el nivel económico de los obreros, defenderse de la rapiña de los capitalistas, salvarse de las lacras morales contraídas en un pasado de esclavitud y de ignorancia y llevar hacia un plano decoroso, la condición intelectual de todos los gremios.

Pero no todos estaban de acuerdo con esa forma organizativa, como puede constatarse con el conflicto que surgió entre la Unión de Productores de Tacotalpa y la Liga Central de Resistencia (LCR) en octubre de 1925.

Se expidió el primer código obrero de Tabasco, el cual fue considerado uno de los más avanzados por sus reivindicaciones sociales, pues contemplaba la reglamentación de los horarios de trabajo y el monto de los salarios, la prohibición del trabajo para menores y el reparto de utilidades. Varios documentos de la LCR corroboran que los trabajadores recibían fondos de previsión social, los cuales eran integrados a partir de un descuento de 5% sobre el salario real.

Garrido estuvo dispuesto a modernizar la economía, así como las relaciones capital-trabajo, pero a su modo y sin importar el precio; y en la práctica se opuso, según su entender, a cualquier ley que obstaculizara el progreso.

Pese a tantos problemas, la organización de los trabajadores tabasqueños sorprendió al mismo Lázaro Cárdenas. La organización regional y local llegó a tener tanta fuerza que se opuso a la poderosa Confederación Regional Obrera de México, aunque también pesó en ello el distanciamiento entre Morones y el líder tabasqueño; éste lo acusó de haber participado en el complot para asesinarlo en 1926, y luego del asesinato de Obregón el distanciamiento se agravó.

GANADERÍA

Para el mejoramiento de la ganadería se importaron sementales y pastos del extranjero, lo que elevó la calidad de los productos derivados de la carne y leche. En la década de los 30s, el censo ganadero del estado llegó a ser de 159 mil 394 bovinos y 140 mil 825 ejemplares de porcinos. Los ganaderos también se organizaron en las Ligas de Uniones de Productores de Ganado.

Garrido se integró desde el 1 de diciembre de 1934 al gabinete del presidente Lázaro Cárdenas del Río como secretario de Agricultura, Ganadería y Fomento. Su nombramiento fue reflejo de los grandes avances en esos rubros en Tabasco durante sus gobiernos.
En las elecciones presidenciales de 1934, el mismo Lázaro Cárdenas escribió en la boleta su voto simbólico por Garrido Canabal, muestra de la admiración que tenía por el gobernante tabasqueño. Como mandatario constitucional en 1935 entró su tío Manuel Lastra Ortiz.

ECONOMÍA

Garrido estuvo dispuesto a modernizar la economía, así como las relaciones capital-trabajo, pero a su modo y sin importar el precio; y en la práctica se opuso, según su entender, a cualquier ley que obstaculizara el progreso. Recurrió a todo tipo de presiones con el fin de que la organización del trabajo se diera de acuerdo con «su» propio modelo.

Debido a que José Suárez no aceptó afiliar sus negocios a la Cámara Nacional de Comercio e Industria de Tabasco, Garrido le declaró un boicot, en tanto que a los comerciantes afiliados los exentó de impuestos alcabalatorios. Como Suárez se apoyó en obreros sin filiación para levantar su cosecha de cacao, el producto fue decomisado y arrojado a las aguas del río Grijalva el 7 de diciembre de 1933. Otro cargamento procedente de Chiapas fue regresado, en virtud de que se había contratado a trabajadores libres y no a los adscritos a la Liga Nacional de Resistencia, que, según afirmó Garrido, pertenecía a la estructura del PNR.

Suárez solicitó al presidente Abelardo L. Rodríguez que le brindara protección por medio del jefe de operaciones militares, porque el problema se agravaba. Y esto era cierto: doña Otilia, la madre de Suárez, envió un telegrama a Garrido señalándolo como «responsable de cualquier atentado en nuestras personas»; a lo cual éste le respondió: «ponga a sus hijos en manos de un alienista porque a no dudarlo padecen de enajenación mental».

En una ocasión, la misma señora tuvo que caminar varios kilómetros porque ningún chofer aceptó transportarla; además, los garridistas apedreaban las ventanas de su casa durante la noche, e incluso el Bloque de Jóvenes Revolucionarios, recién creado, asediaba a los trabajadores de Suárez y hubo más de uno al que golpearon. De acuerdo con los mismos documentos de la Dirección General de Gobierno, después de un año el Departamento Consultivo de Justicia comunicó al jefe del Departamento de Gobernación que, por acuerdo del secretario y después de haber hablado con el gobernador de Tabasco, el caso Suárez se declaraba resuelto.

CAMISAS ROJAS

Garrido fundó a los Camisas Rojas durante su segundo período, tomó el nombre por su uniforme compuesto de camisas rojas, pantalones negros y boinas rojas, formado por hombres y mujeres de entre 15 y 30 años de edad.

Los camisas rojas actuaban como una organización paramilitar; participaron en la campaña desfanatizadora contra la iglesia, recolectaron imágenes y artículos religiosos para posteriormente destruirlos en las plazas de los pueblos, ante la mirada pública, donde obligaban a los adultos a participar y hacían hincapié para que los niños participaran. Los camisas rojas; fueron los encargados de realizar los cierres de las iglesias que fueron convertidas en escuelas, se sabe de los 85 templos que había en el estado 68 fueron convertidos en escuelas el resto fueron destruidas; también participaron en la campaña anti-alcohólica promovida por Tomas Garrido Canabal, confiscando y deteniendo a cualquiera que se encontrara en posesión o fabricación de bebidas alcohólicas, lo cual les hacía acrededores de una multa o incluso la cárcel.

En 1934 se llevó a cabo el primer congreso de estudiantes socialistas en Villahermosa, donde asistieron 225 representantes de los diferentes estados del país, como parte de los eventos los camisas rojas se presentaron y demostraron la fuerza que tenían en Tabasco llevando a cabo un desfile, donde se mostraron varios contingentes de jóvenes y organizaciones socialistas de trabajadores.

EL ENFRENTAMIENTO EN COYOACÁN
Los rojinegros no tardaron mucho en meterse en problemas en la gran urbe. El 12 de diciembre de 1934, frente a su sede en Tacuba, llevaron a cabo una de sus “culturales” en la que hablaron contra la religión, evento que terminó en una gresca con los creyentes. También era común que los Camisas Rojas llevaran a cabo los “sábados rojos” en Bellas Artes.

Días después, el domingo 30 de diciembre, realizaron otra “cultural” a las afueras de la iglesia de San Juan Bautista, en Coyoacán, cuyo delegado era el garridista Homero Margali. Cuando los fieles salieron de la misa, el enfrenamiento fue inevitable. Salieron a relucir armas de fuego con saldo de varios muertos, entre ellas la joven la joven católica María de la Luz Cirenia Camacho, portaba un vestido de seda verde)y fue a la iglesia, quedándose fuera por lo que pudiera acontecer…. Al iniciar la balacera, Cirenia fue herida en el pecho, alcanzando Fray Alejandro Torres a ungirla con los Santos Óleos poco antes de que muriera, algunos minutos después.

El historiador y periodista Alfonso Taracena en su obra La verdadera revolución mexicana (Porrúa, México, 1992, vol 9, pp. 482-83), narra: “los católicos, enardecidos y sedientos de sangre, vieron llegar en ese momento a un camisa roja, Ernesto Malda, no tabasqueño, sino del Distrito Federal y quien iba retrasado a la “cultural” (a la reunión de los jóvenes). Dándose cuenta de lo que se trataba, quiso abordar un tranvía al ver que se le echaba encima aquella jauría que lo reconoció por el uniforme y que, al alcanzarlo enarboló palos, piedras y hasta puñales, pues su cuerpo presentó dos heridas causadas por arma punzocortante…además le causaron más de ochenta lesiones con desagarraduras. Uno de los ojos le fue saltado y parece que el tórax le fue hundido por machacamiento con piedra, mientras el cuero cabelludo le fue arrancado a mechones. El cadáver fue arrastrado unos cien pasos…”

El joven Ernesto Malda
Sepelio de Ernesto Malda

El primero de enero de 1935, el clero movilizó a sus hordas para protestar contra Garrido Canabal, y por la muerte de una activista católica en el enfrentamiento con los camisas rojas. Mientras tanto, en el sepelio de Ernesto Malda, el presidente Lázaro Cárdenas envió una corona de flores y algunos dirigentes obreros acusaron al clero de haber instigado al pueblo contra los camisas rojas.

Dos días después, Garrido Canabal enviaba un mensaje al ingeniero Ernesto Malda, padre del joven linchado por los fanáticos, expresándole su solidaridad de amigo ante “el execrable atentado de que fue víctima el joven Ernesto Malda”

La opinión pública responsabilizó a Garrido de los hechos, y éste ofreció su renuncia a Lázaro Cárdenas, quien no la aceptó. Sin embargo, los sucesos en Coyoacán representaron el principio del fin del garridismo. En la ciudad de México se llevaron a cabo manifestaciones estudiantiles exigiendo la expulsión de ese grupo radical.

Para junio de 1935 los intentos de injerencia de Calles en el gobierno de Cárdenas eran ya intolerables. El 16 de ese mes el general dio un golpe de timón y pidió la renuncia de todo su gabinete, incluyendo la de Garrido.  Libre de su compromiso con el gobierno federal, Garrido regresó al estado para tratar de afianzar su poder.

LA CAÍDA DE GARRIDO

El 13 de julio de 1945, los opositores a Tomás Garrido se reunieron en el Distrito Federal, en casa de Rodulfo Brito Foucher, antiguo aliado de Adolfo de la Huerta y cabeza del movimiento contra el de Playas de Catazajá.

Desde fines de junio de 1935 algunos tabasqueños que siempre habían manifestado su oposición a los métodos y al dominio de Tomás Garrido Canabal, estaban ya muy activos organizándose para presentar un candidato independiente en las próximas elecciones de diputados en el estado. Rodulfo Brito Foucher siempre había sido un referente importante en esta lucha, pues la fuerza de las organizaciones garridistas había obligado prácticamente a todos los asalariados a integrarse a sus organizaciones.

En este sentido, las condiciones para los miembros del Comité Pro Reconstructor de Tabasco, del cual Brito Foucher era miembro, se hicieron más difíciles. Habían recibido aviso formal por parte del Jefe de la Zona Militar, Pilar R. Sánchez, de que debían desalojar la casa en la que se reunía dicho comité.

Dice Alfonso Taracena:

Julio 11

Con fecha de hoy unos tabasqueños dirigen un telegrama al presidente Lázaro Cárdenas anunciándole que se preparan para participar en las elecciones de diputados locales en Tabasco y en tal virtud, respetuosamente, se dirigen a él pidiéndole que gire instrucciones al ciudadano general Pilar R. Sánchez, jefe de la zona militar, ordenándole que se sirva impartir garantías. Invocan la Constitución General y hasta la del Estado. El licenciado Esteban García de Alba, oficial mayor de la Secretaría de Gobernación y el jefe del estado mayor de la Secretaría de Guerra, brigadier Luis Bobadilla, declaran que el grupo disfrutará de garantías que la ley concede. No puede darse documento más elocuente para quienes nieguen más tarde que los expedicionarios van gozando de garantías y, que si mueren algunos de ellos, no se acabará con todos como sin duda sucedería en caso de ir por cuenta propia

Julio 14

Mientras tanto, han partido en avión los veinte jóvenes tabasqueños hacia Villahermosa, a participar en las elecciones. Según los diarios […] `el pequeño y arriesgado ejército cívico que va a jugarse una carta por la reivindicación del terruño’ bajo la protección de las autoridades federales que les han prometido toda clase de garantías, fue despedido en el aeródromo por una multitud que crecía y crecía. El licenciado Rodulfo Brito Foucher, que lo encabeza, manifestó antes de partir, entre otras cosas, `que las declaraciones del señor Presidente de la República, general Cárdenas, contestando a las del general Calles, abren una nueva era en la historia de México’ y va a Tabasco a convencerse de que está en lo cierto. Más tarde comunican de Villahermosa, que los expedicionarios llegaron; que los miembros de la Cooperativa de Camiones y Vehículos se negaron a prestarles sus servicios, y que las autoridades municipales tuvieron que solicitar de la Compañía de Aviación un camión que los llevara al centro de la ciudad.

Al llegar al estado de Tabasco se encontraron en medio de la hostilidad y el temor de la gente. Para nadie era un secreto que se acercaba un fuerte problema. La gente estaba renuente a darles alojamiento, no querían hablar con ellos.

La Sra. Esperanza Brito de Martí, entrevistada en julio de 1996 y dijo: “Ellos llegaron a Villahermosa para impulsar una campaña de elecciones de Diputados locales. No sé cuántos eran, posiblemente 15 o 20 muchachos y mi papá que ya no era tan muchacho, era el mayor de todos ellos. Llegaron a Villahermosa y cuando se bajaron del avión, no encontraban manera de llegar a la ciudad, no había un taxi que los quisiera llevar, no había amigos para recibirlos. Entonces, agarraron sus maletas y la emprendieron a pie. A medio camino se les acercó un taxista y les dijo `Váyanse por otro lado porque les tendieron una emboscada’. Le hicieron caso al taxista, quién sabe por qué les dio confianza y se fueron por otro camino y llegaron bien a la ciudad. Empezaron a buscar dónde alojarse y en ninguna parte los querían recibir. La gente tenía mucho miedo. Inclusive en casa de los Pedrero, que tenían familia allá, no los quisieron recibir, en ninguna parte, era horrible. Entonces un hombre humilde les ofreció su casa. Se alojaron ahí pero amontonados”.

En la población de Atasta, muy cercana a Villahermosa, reciben el informe de que no habrá quien les dé alojamiento; ni la familia de los hermanos Pedrero se arriesga frente a las fuerzas de don Tomás Garrido Canabal, pero reciben las llaves de la casa de Manuel Jiménez, amigo personal de Brito que por dificultades con Garrido, no se encontraba ahí. Deciden llegar a Villahermosa al día siguiente y pasan la noche en Atasta.

Ya en Villahermosa, mientras los expedicionarios se dedicaban a escoger las personas que contenderían en las elecciones con los candidatos de la dictadura, recibieron numerosas cartas de simpatizantes anónimos que les advertían de las represiones acostumbradas en Tabasco contra los enemigos del régimen local. Uno de los mensajes decía: «Les advertimos que esta noche las luces de la ciudad se apagarán, lo que es costumbre del gobierno cuando planea asesinar a alguien». Conforme a lo advertido las luces de Villahermosa se apagaron esa noche. Los miembros de la expedición, sin apartarse un milímetro de la casucha que ocupaban, no pegaron los ojos ni un momento.

En la madrugadA del 15 de julio, un oficial se les acerca y les informa que deben estar alertas ya que se prepara una celada para ellos. Decidieron irse a una casa más segura, divididos en dos grupos. El primer contingente, formado por 24 jóvenes, cruzaba la ciudad a eso de las 10 de la mañana, cuando se topó con 300 camisas rojas que lo cubrieron de insultos y de fruta podrida. Poco después y más adelante, el contingente se encontró con las ametralladoras del senador Ausencio Cruz y sus hombres. Manuel Brito Foucher, hermano del jefe de la expedición, cayó muerto con trece balas de ametralladora en el cuerpo. Destino semejante tuvieron otros tres opositores a Garrido. Los muertos habrían sido muchos más si los atacados no hubiesen huido cada uno por su parte. La fuga de todos permitió la llegada del segundo contingente de expedicionarios al lugar donde estaban sus compañeros muertos.

En todas partes hubo manifestaciones de protesta, aunque ninguna tan tumultuosa como la que se realizó en la Cd. De México. El Presidente de la República le prometió al Rector de la Universidad promover una investigación inmediata. Un avión llevó a la metrópoli a los expedicionarios muertos y heridos; otro condujo a Tabasco a una segunda fuerza expedicionaria; el comercio y la industria capitalinas cerraron sus negocios en señal de luto durante tres horas.

El rector encabezó un desfile de miles de estudiantes; donde la gente gritaba: ¡Viva Cárdenas! ¡Mueran Calles y Garrido! Los periódicos blandieron sus mejores injurias contra el dictador tabasqueño y sus seguidores; algunos agraristas de Tabasco, bien provistos de machetes y pistolas, fueron a gritar delante del Palacio de Gobierno de Tabasco: ¡Muera Garrido! ¡Viva Brito!

Para darle una salida digna, el presidente Cárdenas le encomendó a Tomás Garrido una misión agrícola en Centroamérica, la cual culminó en diciembre de 1935.

En una ocasión, José Pagés Llergo, dijo: “no concibo a ningún mexicano, a ningún tabasqueño, que no prefiera al Garrido que quemaba santos y daba de comer al pueblo, que a Trujillo que lleva santos y mata de hambre a la gente”.
Cuando Garrido vivía en su autoexilio, en 1938 llegó a Tabasco el escritor inglés Graham Greene, interesado en las campañas antirreligiosas de don Tomas, aunque algunas fuentes lo ubican como emisario de las compañías petroleras inglesas.
Greene bautizó al Tabasco garridista como el “estado sin Dios”, que sirvió de inspiración para su novela de 1940 “El poder y la gloria”. Un año antes, en Caminos sin ley, Greene definió así al Tabasco de Garrido: “Ese estado pantanoso y aislado, puritano e impío”, donde se prohibía la venta de alcohol y las luces se apagaban a las nueve y media de la noche. El novelista inglés escribió además sobre el Tabasco de Garrido: supongo que siempre ha existido odio en México, pero ahora el odio es la enseñanza oficial. Eso sí, sea lo que sea, Greene quedó impresionado por la “oscura neurosis personal” del “dictador incorruptible”.

Tomás Garrido se quedó a vivir en Costa Rica, regresó brevemente a México en 1940 y murió joven, a los 52 años, en Los Ángeles, California, en 1943, a causa de tumores en los huesos.

Fuentes:

 

  1. Manuel Diego, Juan. El fin de Garrido: segundo mandato y la expedición punitiva Breve repaso a la historia de Tabasco/XI. La Verdad del Sureste. Villahermosa, Tabasco.
  2. Contreras Pérez, Gabriela. El antigarridismo: Tabasco, 1935 . Revista UAM. México.
  3. Brito Foucher, Rodulfo (2015). Escritos sobre la revolución y la dictadura. Fondo de Cultura Económica. México.
  4. Carmona Dávila, Doralicia Sesenta y cinco anticlericalistas llamados “camisas rojas”, tirotean a quienes salen de misa de la Iglesia de San Juan Bautista de Coyoacán, D. F. 30 de Septiembre de 1934. Blog Memoria Política de México. México.
  5. Martínez Assad, Carlos R. (2004) El laboratorio de la revolución. (reed). Siglo XXI. México.
  6. González Ruiz, Edgar (2008-04-23). Ernesto Malda, el mártir de Coyoacán Blog Contra la Derecha. México.