El puesto de las horchatas de la Catedral «La bendición de Tabasco» lo inició don León Alejo, originario de Cárdenas, Tabasco y su esposa Leonor Peña.
Don Alejo trabajó en una paletería, la cascada», el «Xóchitl» por el palacio de gobierno y ahí aprendió a hacer preparados de sabores.
En un principio se ubicaba junto a la vieja Catedral, abrió su Negocio en 23 de diciembre de 1951. Los hijos de don Alejo llevaban las horchatas a los autos y recibían sus propinas. Vendía jugo de naranja, tamarindo y las horchatas que preparaba con coctelera.
Posteriormente en el sexenio de Carlos Madrazo son trasladados a la acera de enfrente junto al parque Estrella.
Actualmente la maneja su hijo Faustino Alejo Peña. Se ha vuelto un lugar tradicional y obligatorio para los visitantes. Son famosas bebidas en venta actualmente consisten en pozol, horchatas y esquimos.