Redacción y recopilación de la información:
Francis Marey Clemente-Tapia, Anselmo Arturo Alvarado-Arpaiz, José Manuel Gómez-Kim y José María Gutiérrez-Suarez.
Fotos de captura de Papillón: José Trujillo, nieto de Lucio Ramón.
Papillón es un personaje reconocido entre el pueblo Tabasqueño y recordado por turistas que tuvieron la fortuna de verlo.
Día a día el Parque-Museo de La Venta recibe visitantes curiosos en busca del emblemático cocodrilo, cuya historia, después de ocho años de su fallecimiento se encuentra repleta de imprecisiones e irregularidades que nos dimos a la tarea de develar.
Este emblemático cocodrilo se avistó por primera vez en los años de 1950, en el municipio de Paraíso, Tabasco. Según anécdotas de los locatarios, era un cocodrilo que acechaba los terrenos y a su paso devoraba reses y animales de corral. Debido al riesgo de ser atacados, los lugareños dejaron de realizar actividades nocturnas e iniciaron la búsqueda de alguien que pudiera ayudarlos a solucionar este conflicto. Es así como al poco tiempo la noticia llegó a oídos de Otto Wolter Peralta, un aficionado a la caza de cocodrilos; quien organizó un equipo conformado por ocho personas e iniciaron la ardua tarea de capturar al cocodrilo. La cacería dio resultado una noche de septiembre de 1960 (seis años después de su inicio) logrando capturar al animal en Arroyo Verde, en un sitio conocido como Las Tembladeras de Rendón, que colinda con La Barra de Tupilco.
Tras su captura, el ejemplar fue trasladado al municipio de Comalcalco donde se exhibió en la Plaza Central, y es ahí donde sus captores identifican erróneamente al cocodrilo, mencionando que correspondía a una hembra de cocodrilo de agua salada (Crocodylus porosus), una especie cuya distribución se extiende desde el sudeste asiático hasta el norte de Australia.
Según datos oficiales proporcionados por la Señora Elsa, viuda de Otto Wolter y su hija la Sra. Alicia Wolter, el ejemplar fue ofrecido al Zoológico de Chapultepec, sin embargo, no fue aceptado debido a que no contaban con recintos para albergar un animal de tales dimensiones, aunado a las variaciones climáticas entre Tabasco y la Ciudad de México, ya que ponían en riesgo la vida del cocodrilo. Es de esta forma que le brindaron un lugar de resguardo dentro del área Zoológica del Parque-Museo de La Venta.
Ya en el museo, se determinó correctamente que era un ejemplar macho de cocodrilo americano (Crocodylus acutus), especie con distribución en México. Dentro del parque se le brindó un recinto que mantenía conectividad con la Laguna Las Ilusiones, dando como resultado la fuga del ejemplar en tres ocasiones por medio de túneles que el mismo realizaba; siendo un comportamiento natural de la especie. En dos de estas ocasiones, el cocodrilo sufrió heridas provocadas por los pescadores de la zona, que lo llevaron a perder la vista.
NOTA DE DETABASCOSOY: En una de ellas fue recapturado por don Lucio Ramón, cuyo nieto, José Trujillo nos facilitó dos fotos de áquel suceso que publicamos aquí.
Lucio Ramón era velador de CAPCE en los 70, la paraestatal que construía las escuelas y en aquellos tiempos pedía permiso para pescar en la laguna, ya que se podía. A media noche fue a revisar la red para pescar y encontró a Papillón enredado. Lo sacó y amarró. El museo quedó de retribuirlo económicamente pero nunca fue así.
Tras estas fugas, fue inminente el refuerzo de su recinto para asegurarle una buena estancia.
Como dato curioso, debido a estos escapes el cocodrilo se ganó el nombre de Papillón, en referencia a la película del mismo nombre, cuyo protagonista (Steve McQueen) interpreta a un preso que logra escapar construyendo canales debajo de la prisión.
El cocodrilo Papillón vivió cerca de 40 años dentro del Parque, donde fue atendido y se le brindó un cuidado correcto, pero sobre todo fue admirado por su majestuosidad hasta su muerte el 21 de enero del 2014, a causa de su longevidad de aproximadamente 80 años y las bajas temperaturas de ese invierno. Meses después, Richard Weigl reporta a Papillón como el cocodrilo americano más longevo en cautiverio con una talla de 4.20 m en la revista International Zoo News.
Tras su muerte Papillón fue preservado y actualmente los visitantes del Parque-Museo de La Venta pueden seguir apreciando su taxidermia que se exhibe en una sala, junto a una recopilación de fotos en vida del ejemplar.