Casa Romano
Romano y Compañía, fue fundada en 1850 por los hermanos José y Bernardo Romano, se ubicaba en la calle Martínez de Escobar y Juárez.
Casa Romano, COMERCIO, EDIFICIOS, madera, barcos, transporte maítimo
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CASA ROMANO

Alrededor de 1857 Huimanguillo y Cárdenas, eran abundante en bosques de árboles de Caoba y Cedro. Desde la barra de Tonalá hasta la barra de Tupilco y hacia el interior, en la frontera con Chiapas, se dio una explotación intensa, desordenada y desmedida de esos bosques madereros.

De 273 toneladas de Caoba que sólo se exportaron en 1857, para 1872 se alcanzó la cantidad de 16 mil toneladas y, según el periódico La Reforma de 1879, a fines de esa década se exportaron hasta 40 mil toneladas al año. En sólo 20 años esa rica región quedó deforestada. Entre los madereros españoles destacabán los de la casa Román Romano y compañía, Jamet y Sastré. Mijares y Oliver, Maldonado e hijos, Burelo y Mosquera, Ferrer y Compañía.

La casa Romano inició con la explotación maderera de Huimanguillo y Cárdenas.

Romano y Compañía, fue fundada en 1850 por los hermanos José y Bernardo Romano, se ubicaba en la calle Martínez de Escobar y Juárez. En 1912 eran socios gerentes Román Mestas Romano, Teófilo Bernardo y Femando Mijares. Esta casa además de comerciar la madera era una gran compañía de navegación.

Para mediados de Siglo XIX, poseía la flota marítima mercante más poderosa en el Golfo de México. En 1900 la firma Romano, junto con la casa comercial quizá más poderosa de San Juan Bautista, M. Berreteaga, poseía en sociedad los vapores Tabasco, José Romano, Campeche, Tehuantepec y el Sofía, este último que fuera de Don Manuel Jamet quien había venido a menos en el negocio maderero. Precisamente Jamet junto con Don José Julián Dueñas inició las primeras siembras de roatán en Tabasco en 1889 en una finca llamada «L as Palmitas» y que se encontraban donde hoy es la colonia de las Gaviotas en Villahermosa.

El 25 de marzo de 1900 los Romanos deshicieron esa sociedad naviera con M. Berreteaga y fundaron una nueva compañía de navegación donde ellos y sus socios españoles tuvieron el pleno dominio de la misma. Esta empresa naviera fue la poderosa Compañía Mexicana de Navegación, S.A..

Para 1913 los Romano y sus socios prácticamente era propietarios de toda la marina mercante en el Golfo de México. Desde 1903 los Romano trasladaron el domicilio de esa compañía hacia el puerto de Veracruz, dejando sólo una sucursal en San Juan Bautista y establecieron otras dos sucursales, una en Progreso y otra en Nueva York.

En 1913 esa Compañía Mexicana de navegación tuvo la fabulosa utilidad de 773 mil pesos y poseía nueve vapores y adquirió tres más en 1917, el Sonora y el Sinaloa; el Oaxaca, Puebla, Tabasco, Tehuantepec, Tamaulipas, el Campeche, el Sofía y luego el Jalisco, México y el vapor Coahuila.

En 1917 los Romano vendieron a una compañía francesa sus dos mejores barcos: el Sinaloa y el Sonora. Ante el peligro de quedar los puertos y el comercio del Golfo sin embarcaciones, ya que la escasez de éstas era angustiosa debido al gran movimiento mercantil derivado de la primera guerra mundial, el gobierno de Carranza ordenó la incautación de los demás barcos. Sin más remedio, los Romano decidieron venderlos a Yucatán.

Desesperado porque la fibra de henequén no encontraba salida por la falta de barcos y ya atestaba los almacenes, muelles y carros de ferrocarril, en Mérida y Puerto Progreso, el general Salvador Alvarado, gobernador de ese estado, compró los otros ocho barcos por 4 millones 250 mil dólares. Lo caro de la operación le valió muchas críticas al general Alvarado; él argumentó que de no hacerlo así, la región se hubiera quedado sin su única flota mercante y los estados y puertos del Golfo de México se hubieran hundido en una profunda parálisis económica.

Por una serie de embargos desde 1927, esta casa se declaró en quiebra el 9 de diciembre de 1929. En 1939 que se procedió al embargo y remate de todos los bienes.

Información tomada de:

 

1.- Balcázar Antonio, Elías (2014). Crónicas y remembranzas de Villahermosa siglo XX. UJAT. Villahermosa, Tabasco.