Mujer Ceiba
La "Mujer Ceiba" es un reclamo ecológico a la devastación de la naturaleza elaborada por el Ar. Ventura Marín Azcuaga.
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MUJER CEIBA

Recopilación: Landy P. Aguilar Palafox

 

PREÁMBULO

Antes de iniciar, quiero puntualizar que el Arq. Ventura Marín Azcuaga era una persona muy respetuosa, discreta y profesional, cuidaba mucho la identidad de las modelos que fotografiaba para realizar sus obras y si era necesario, solicitaba la anuencia de sus padres o les permitía presenciar las sesiones.

En estas sesiones fotográficas no había personas ni ayudantes a su alrededor. Solo era la modelo y él en la toma fotográfica o los padres. Se llevaban a cabo con la mayor discreción y solo él y su secretaria sabían los nombres de quienes asistían.

Ni su esposa, hijos, familiares o amigos cercanos conocían el nombre de la modelo que inspiraba la obra del arquitecto cuando las jóvenes solicitaban que sus nombres no fueran dados a conocer.

Máximo Hernández, que colaboró con él muchos años, nos confirmó la gran discreción y protección del arquitecto Ventura a la identidad de las chicas que modelaban.

Si posteriormente la modelo, con el paso del tiempo daba su nombre, era ya por decisión de la joven, como por ejemplo Mina Brown, una mujer increíble, llena de energía, sencilla, amable y de gran energía positiva, que fue muy admirada por el arquitecto que posó para innumerables fotografías y fue inspiración para muchas obras del Arquitecto, como la escultura «Primavera» en Emiliano Zapata a la que dedicaremos un artículo especial.

Nuestro agradecimiento a Dominga Díaz de la Cruz “La Choca” y a Norma Domínguez de Dios y a Vicente Gómez Montero.

Esta recopilación está basada en la narración que él hace del libro “Mujer Ceiba” publicado en el año 2000 en la UJAT y en base a pláticas y entrevistas con algunas personas que tuvieron relación con el inolvidable arquitecto Ventura Marín, que menciona en este libro que la modelo de la Mujer Ceiba fue solo una.

 

LA MUJER CEIBA ORIGEN

En 1988, viajando de Emiliano Zapata a Tenosique donde tenía el encargo de realizar unas tarjetas postales, el arquitecto Ventura Marín Azcuaga narra que vio en un potrero repleto de ganado, tres gigantescas ceibas y muchos árboles de macuilís a punto de florear e  imaginó que cuando esto sucediera sería un estupendo tema para una de las postales que le fueron solicitadas.

Días después, cuando esos árboles florearon y preparó su equipo fotográfico, es avisó a los familiares de las jovencitas que regularmente posaban para sus fotos de paisaje vestidas de blanco o de tabasqueñas y se dirigieron al lugar.

Cuando llegaron las grandes ceibas, no estaban, las habían cortado para hacer relleno de triplay en una fábrica en Palenque. Fue tanto el enojo, indignación y tristeza del arquitecto que se preguntó qué podía hacer él con las artes plásticas para mostrar esta injusticia. Mientras pensaba, tomó fotos de las raíces heridas aun chorreando “su sangre hecha savia” dice textualmente.

Ventura escribe en su libro “Mujer Ceiba”: “Tan pronto tuve reveladas las fotos de las raíces de ceiba, estando en mi taller, casi sin darme cuenta, sobre una pequeña base de madera que tenía una armazón metálica fui colocando plastilina y empecé a modelar la raíz de una ceiba tomando como referencia lo que más me había gustado estéticamente de las 3 raíces de los árboles talados, al terminarla me di cuenta que poco o nada podría decir con eso, que tenía que hacer un árbol distinto, de inmediato pensé en transformarlo en mujer.”

El arquitecto narra que en ocasiones utilizaba dos o más modelos para una misma escultura, “realizar cirugía plástica” sin dolor bromeaba, pero que en esta ocasión requirió a una sola modelo.

Menciona que, buscando a la persona ideal, al poco tiempo se le presentó una joven que varios años atrás había posado para una fotografía artística de desnudo en color.

Ventura Marín afirmó que “Julia” (así llama a la modelo de la Mujer Ceiba que pidió no ser identificada), fue muy importante en su vida artística y trabajo profesional, ya que fue la primera modelo que posó para su fotografía en desnudo.

Con una de esas primeras fotos logró ganar un ganar un mérito a nivel Internacional y comentó que uno de los jueces le comentó que según él tenía entendido, él era el primer latinoamericano que lograba y el motivo era porque “Es que generalmente son muy burdos para tratar ese tema delicado y en la obra de usted, el desnudo es parte importante de su fotografía artística, pero no el todo; además, como cosa extraña y que le da más originalidad, es que en su desnudo no se ve la cara, ni el sexo de la modelo y en las fotos que vimos, siempre va acompañada de paisajes, flores o sombras de colores. ¡Le felicito!»

“Julia” se ofreció para ser modelo para la Mujer Ceiba, y el siguiente paso fue marcarle a la modelo la pose ideal que le permitiera realzar sus a tributos físicos y que diera la impresión de querer crecer hasta llegar a acariciar las nubes. Le tomó fotos de distintos ángulos para posteriormente estudiar la pose y ordenar los cambios para la siguiente sesión de trabajo.

El arquitecto menciona que, en esos días, además de “Julia” estaba posando la joven Claudia Isabel Priego Vidal, a quien describe como una bellísima y simpática joven e indica que ella, era hasta esa fecha, era la única modelo que no tenía inconveniente en que se conociera su identidad y un día que le realizaban una entrevista, estaba Julia con él y le preguntaron a la joven: «¿Qué es para ti modelar?»

Ella respondió con serenidad y soltura: «Modelar para esculturas es trascender más allá de una simple pasarela y de la belleza exterior, es poder admirar tu cuerpo desde un ángulo diferente a lo que nuestra cultura nos acostumbra; no es fácil expresar en pocas palabras lo maravilloso que es el arte, algo que para muchos es incomprensible puedo decirle que creo haber sido una pieza función de “Altamar” una gran obra, de un artista, de un gran señor: Ventura Marín Azcuaga«.

Ventura Marín realizó su primer modelo en plastilina, formó escultóricamente una sola raíz, el tronco inexistente lo transformó en un bello y frondoso cuerpo de mujer girando con ansias de crecer hasta llegar a acariciar las nubes y su sufrimiento lo simbolizó presentándola decapitada y sin brazos.

EL PROYECTO

El Arq. Ventura Marín trabajó su proyecto Mujer Ceiba y a terminarlo fue a presentárselo al entonces gobernador del estado Lic. Manuel Gurría Ordóñez pero no prosperó. Cuando el Lic. Roberto Madrazo asumió la gubernatura, se acercó a él buscando le interesara. Se presentó con las medidas que tendría, del espejo de agua a la cabeza, su altura sería de 8.16 m. Al gobernador le agradó y el contrato para la realización de la obra se firma el 6 de febrero de 1996 con el ICT (Instituto de Cultura de Tabasco), representado por su entonces director, Andrés González Pagés.

Las voces de alabanzas, elogios y aplausos a la decisión fueron muchas.

LA UBICACIÓN

El siguiente paso que dio el arquitecto fue definir dónde se colocaría la estatua para definir su altura. Su propuesta era colocarla en la Laguna de las Ilusiones ya afirmaba, que el agua es el elemento que más nos identifica como tabasqueños.

El problema fue que se dio la aprobación de la obra y el presidente municipal no tuvo una reunión con el arquitecto ni realizó previamente una reunión de cabildo para ultimar detalles sobre la obra y su ubicación.

LAS PROTESTAS

Se inició la construcción de la base sobre la Laguna de las Ilusiones y se inició una intensa campaña en medios contra la ubicación de la obra. También se escucharon protestas de personas que rechazaban la desnudez. El conflicto se volvió político también causando la molestia del artista. Del aplauso se pasó a una crítica total. Llegaron a llamar a la obra «El monstruo».

El mismo narra en su libro “Mujer Ceiba”:

“Un día me llama uno de mis amigos con los que estudié en México y me dice: Hasta acá nos hemos enterado del jaloneo que tienen en Tabasco, aparentemente por motivos de la escultura de la Mujer Ceiba y por amigos que tengo en el llamado Grupo de los Cien, sé que la persona que se siente afectada por el lugar en que se decidió colocar la escultura, como no le han hecho caso las autoridades de Tabasco de parar la obra, está pidiendo ayuda a sus amigos del grupo antes referido, para hacer entre todos una campaña de desprestigio para tu gobernador Madrazo; si es así, los cangrejos tabasqueños estarán muy activos…”

LA SUSPENSIÓN

Finalmente, el golpeteo fue tan fuerte que la obra fue suspendida por el presidente municipal en lo que se definía una nueva ubicación y siendo él el encargado de darle la noticia al escultor, no lo hizo. El arquitecto Ventura Marín se enteró por un periodista que le comentó que Jesús Taracena ya había dado la orden de la suspensión de la obra y se confirmó el hecho al día siguiente, cuando los titulares de los diarios dieron la noticia.

El arquitecto trató inútilmente contactarlo y en todas las llamadas le fue negado; sin embargo, en uno de esos diarios leyó que asistiría al teatro del estado “Esperanza Iris” a la premiación del concurso del “Trópico Húmedo”.

Se preparó y en la noche se dirigó al teatro, don Jesús Taracena estaba sentado junto Al entonces gobernador Roberto Madrazo y justo detrás de ellos había una silla vacía. Se sentó ahí y describe “antes de sentarme atrás de él, saludé al gobernador y quizás por mi gran enojo se me pasó saludar a la primera dama y principié de inmediato a reclamar, por su actitud al presidente municipal. Por más que según yo, estaba reclamando firmemente, pero en voz muy baja, me escuchó el gobernador y dirigiéndose directamente al presidente municipal le dijo:

— ¿No le avisaste a Ventura?

— No tuve tiempo, señor, contestó titubeante.

—Te dije que antes que nada le informaras todo a él, insistió el gobernador, agregando: hagan una cita mañana mismo para tratar el asunto.

— ¿Te parece bien a las 10:00 de la mañana en mi despacho?

— ¡Ahí estaré!, contesté. Ya menos molesto me despedí del señor gobernador y de la señora y salí lo más rápido que pude.”

Al día siguiente se reunieron con la presencia del director del Instituto de Cultura y tras disculparse por no avisarle de la noticia a tiempo, le confirmó en privado que suspender la construcción de la obra sobre la Laguna de las Ilusiones era una decisión política que se había tenido que tomar y que había que buscarse otra ubicación.

Las bases de la laguna que ya estaban colocadas fueron retiradas.

 

NUEVA UBICACIÓN

El arquitecto propuso tres nuevas ubicaciones y finalmente fue aceptada su lugar actual. Propuso estuviera en un pequeño parque con bancas, en medio de una fuente y chorros de agua a los costados.

Después de decidir el cambio de lugar las críticas negativas desaparecieron, pero iniciar la obra se volvió un gran problema para el escultor y tuvo que soportar y sortear el ser ignorado, burocracia interminable y el hecho que las autoridades se tiraban entre unos y otros la responsabilidad. El Arq. Ventura requería terminar la base para colocar la estatua y mientras continuaban haciendo cambios a su proyecto reestructurado, suprimieron la fuente y las bancas de su proyecto por falta de recursos, se colocaría una bomba de agua y plantas.

La escultura en bronce de Mujer Ceiba mientras tanto se encontraba en el patio donde había sido fundida en la ciudad de México y ante la negativa del ayuntamiento del centro de facilitarle una bodega para guardarla, tuvo que trasladarla a un terreno vacío junto a su casa.

Al terminar la base se colocó la escultura, pero nunca se colocó la bomba de agua solicitada, sino una de menor calidad, en la jardinería pusieron unas pocas plantas y la protección que se había ordenado para conservar la pátina de bronce no fue colocada.

Finalmente, la “Mujer Ceiba” se inaugura en julio de 1998, con una placa en su base en la que se lee:

MUJER CEIBA
UN RECLAMO ECOLÓGICO
EL ÁRBOL SAGRADO DE LOS MAYAS
TRANSFORMADO EN UNA BELLA MUJER
QUE LA TALA INMODERADA DECAPITA Y MUTILA 

 

Así la historia de esta monumental obra de la cual hoy nos enorgullecemos muchos tabasqueños y que se logró solo por la persistencia del arquitecto que dijo en una entrevista pocos días antes de inaugurar la obra en una entrevista a CORAT televisión:

“Lamento que tantas gentes se vean agredidas por mi obra… los hombres y mujeres que no soportan ver un cuerpo bello de mujer, los políticos que presienten que esta obra puede ser un símbolo que perdure por siglos y esto les molesta; los artistas que se incomodan con la idea del triunfo de un compañero, que no usa cola de caballo, ni arete, ni necesita de la droga  para inspirarse,  sólo su trabajo constante y creador,  que para colmo no es de costumbres raras y como si fuera poco es tabasqueño,  y es más:  vive en Tabasco,  le gusta fotografiar su tierra, la pinta desde niño y la convierte en escultura y es tan necio que además la ama a pesar del calor, los moscos y sus «gentes de opinión”:

Finalizó diciendo «Al final de cuentas, la última palabra no la tendrán los necios sino el juicio  de la historia».

Ya terminada la monumental obra en bronce, él narra en su libro, que “Julia” la modelo principal que posó para la Mujer Ceiba y que no quiso que su nombre fuera dado a conocer, le comentó:

-“Aunque dicen que la escultura tiene mucha pompa’ ¡Yo tengo más! ¿Por qué no se la puso?”

– “¡Porque se me acabó el bronce!” fue lo primero que se me ocurrió contestarle.

CLAUDIA ISABEL PRIEGO VIDAL
MODELO DEL ARQ. VENTURA MARÍN AZCUAGA
CLAUDIA ISABEL PRIEGO VIDAL
MODELO DEL ARQ. VENTURA MARÍN AZCUAGA
CLAUDIA ISABEL PRIEGO VIDAL
MINA BROWN MODELO DE MUCHAS OBRAS
DEL ARQ. VENTURA MARÍN AZCUAGA
MINA BROWN MODELO DE MUCHAS OBRAS
DEL ARQ. VENTURA MARÍN AZCUAGA

Fuentes:

 

  1. Entrevista a Elena Díaz, esposa del Arq. Ventura Marín.
  2. Entrevista a Virginia Vidal, madre de la modelo Virginia Vidal.
  3. Entrevista al escultor Máximo Hernández.
  4. Entrevista al pintor Alejandro Ocampo.
  5. Entrevista a la modelo maestra de fitness María del Carmen Brown.
  6. Entrevista con Claudia Cecilia Gómez del Rosario
  7. Marín Azcuaga, Ventura (2000) Mujer Ceiba. UJAT. Tabasco.