Alrededor de 1596 se estableció el rancho de San Juan Bautista. El pueblo de Atasta y todo el de Tamulté de la Barranca se trasladaron a las cercanías de San Juan de Villa Hermosa, la primera el 20 de enero y el segundo el 18 de septiembre del año de 1598, huyendo de los corsarios y piratas.
Don Luis de Velasco, virrey de la Nueva España, expide el nombramiento de gobernador cacique por un año, de Tamulté de la Barranca, en la provincia de Tabasco, a favor de don Francisco de Montejo.
En 1677 el alcalde mayor de Tabasco, Diego de Loyola, se dirigió al virrey informándole del saqueo de dos pueblos de La Chontalpa, Jalpa y Amatitán, y la deserción de los llamados pueblos cimatanes (Cunduacán, Santiago Cimatán y Cuaquilteupa), cuyos vecinos abandonaron casas y cacaotales y se fueron a la alcaldía contigua. Y otro tanto amenazaron con hacer los de Tamulté de la Sabana, Tamulté de la Barranca y Tabasquillo, quienes huyeron a los montes tras un ataque pirata especialmente intenso; para convencerlos a congregarse de nuevo fue necesario otorgarles tierras más adentro: a los dos primeros en la provincia de la Sierra y al tercero en La Chontalpa, lejos de donde los piratas pudiesen atraparlos.
La imagen del Señor de Tamulté fue traída de Campeche con la advocación de Señor de San Román debido a la gran devoción por este Cristo en la población del lugar.
Editado en 1984 por la Universidad Autónoma del Sudeste, el libro ‘Campeche a través de sus leyendas’ narra como el comerciante Juan Cano de Coca Gaitán adquiere, a pedimento de los pobladores de la ciudad, un Cristo Crucificado tallado en un puerto italiano y embarcado a la villa de Campeche desde el puerto de Alvarado, Veracruz.
En el trayecto, una fuerte tormenta estuvo a punto de hundir la nave pero un milagroso acto de materialización del Cristo, quien tomó el timón de la nave, evitó el naufragio y hasta permitió su arribo en tan sólo 24 horas. A este relato se han agregado otros, tanto de la procedencia de la imagen como de milagros y prodigios concedidos por el santo.
EM 2 de julio de 1932 el gobernador, Lie. Tomás Garrido Canabal, firma el decreto núm ero 13 por el cual integra oficialmente a la ciudad de Villahermosa el pueblo de Atasta de Serra y la villa de Tamulté de las Barrancas, así como las colonias anexas; El Águila, Santiago Caparroso, Tomás Garrido, Carlos Greene, Jesús García, entre otras, con el equivalente a 6,799.60 hectáreas.
Durante la persecución religiosa de Tomás Garrido, la imagen del cristo fue escondida por habitantes en cafetales para evitar su destrucción. Y de ahí, fue pasando de casa en casa con diversas personas creyentes hasta que al término de la persecución religiosa, pudieron regresarla a su Iglesia.
Es el Obispo Rafael García quien cambia su advocación a Señor de Tamulté por llamarse así el lugar donde se le veneraba y ya que tenía su propia historia tras haber sobrevivido milagrosamente a las quemas de imágenes garridistas.
Alrededor de 1951 el Obispo José de Jesús Del Valle Navarro coloca la primera piedra de la actual parroquia del Señor de Tamulté y Gran Poder.
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