
Manuel Pérez Merino, conocido como El cantor del Grijalva, nació en Villahermosa el 26 de febrero de 1918. Sus padres fueron Arquímedes Pérez Oropeza y la profesora Luisa Merino Correa. Sus estudios primarios los realizó en el Instituto «Luis Gil Pérez» y en la escuela racionalista «Ferrer Guardia».
Muy pequeño inició estudios de piano con la maestra María Teresa Cahero y posteriormente con el maestro y compositor Ezequiel López y Ocampo.
Su primer Composición fue Déjame soñar.
En busca del triunfo y la fortuna, el joven músico abandonó el terruño, obteniendo el puesto de pianista en conocidos centros nocturnos de la capital del país
De vuelta a Villahermosa, Pérez Merino compuso muchas otras canciones en las que exalta, pleno de amor las bellezas del solar nativo. Así nacieron Camino de Frontera, Luna sobre el Grijalva y muchas más.



Fue uno de los compositores más populares de Tabasco. Toda su carrera musical se desarrolló en la entidad. Conocido como El cantor del Grijalva, alcanzó el apogeo de su fama en la década de los años cincuenta, cuando junto con otros intérpretes participaba en las tertulias de El Café del Portal, sitio que alcanzó gran relevancia, de gratos recuerdos para la sociedad tabasqueña.
Fue pionero de la radio y televisión de Tabasco y uno de los compositores más populares de estado.
Falleció el 12 de mayo de 1993.
Entre sus canciones más conocidas se encuentran: Provinciana, Al partir, Si supieras, Ayúdame a olvidar, Ironía, Falsedad, Lamento, Llueve, Noche de eclipse, Villahermosa, Luna sobre el Grijalva, Comalcalco, Tacotalpa, Camino de Frontera, Canción del Usumacinta, Adiós a Villahermosa, Corrido de Jalapa y Tapijulapa.
Villahermosa
Le canto a mi tierra querida
porque así lo siente
este corazón.
Le digo lo que nunca pude
decir con palabras,
pero que en mis labios
se volvió canción.
Villahermosa
te vistió de fiesta la naturaleza
son tus tardes remansos tranquilos
de rara belleza
Tus mujeres tienen
el divino encanto de la sencillez
el Grijalva canta su canción eterna
rendido a tus pies
Tiene la provincia
en las noches tibias
suave languidez
y bajo tu cielo pintado de estrellas
aprendí a querer
Hoy que estoy muy lejos
quisiera volver
a sentir el fuego de tu sol ardiente
por última vez.